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Mira

22, diciembre 2014 - 9:43

┃ María Vega

nota-box-guevara

LA fe inquebrantable de un boxeador puede hacerle alcanzar la cima y quebrar cualquier pronóstico, aun en lugares muy distantes al de su origen.
Con la determinación y deseo de gloria, el talentoso mazatleco Pedro Guevara llegó al Imperio del Sol Naciente en busca de conquistar el cetro mundial miimosca del WBC, que está vacante.
El próximo martes 30 de diciembre en Tokio, Japón, Guevara se medirá con el local Akira Yaegashi, en un combate con augurio de nocaut, que el púgil sinaloense prevé como una guerra, pues su deseo es regresar a México con la diadema verde y oro de los 48.988 kilogramos (108 libras).
Tras una intensa preparación en el Centro Ceremonial Otomi de Temoaya, Estado de México, a poco más 2,800 metros sobre el nivel del mar, el guerrero mexicano confía en hacerle la faena a su oponente nipón.
La corona se encuentra sin dueño, ya que el fenómeno del pugilismo japonés, Naoya Inoue, renunció al trono que había arrebatado al mexicano Adrián “Confesor” Hernández.
Con base en velocidad y precisión en su golpeo, Guevara, quien presume inmejorable condición física, confia en encarar con éxito a Yaegashi.
“Tengo la condición física para tirar golpes del primero al último episodio, si es necesario. Me encuentro a todo lo que dan mis capacidades, y voy a luchar por ese campeonato, me he soñado entrando a mi casa con el cinturón, y lo voy a conseguir”, sentenció.
El boxeador y abogado, egresado de la Universidad Autónoma de Sinaloa, dijo no tener problemas para aclimatarse y adecuarse al horario de ese país de Asia, pues todos esos detalles fueron previstos, y ya sólo espera el momento de subir al ensogado para dar la pelea de su vida.
Pedro (23-1, 15 KOs) se enfrentará a Yaegshi (20-4, 10 KOs) en el Gimnasio Metropolitano de la capital nipona.