Cinco años después de aquella polémica marcación en contra de México en el Mundial de Brasil 2014, donde Robben recibió una supuesta falta dentro del área, el árbitro panameño John Pitti ha revivido la famosa frase #NoEraPenal. Sin embargo, a diferencia de aquella tarde ante Holanda donde para algunos quedaron dudas, en esta ocasión fue claro que no había pena máxima.

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Y es que la jugada es clara. Tras un despeje en el que tanto el Chaka Rodríguez como Gallardo midieron mal el balón y lo dejaron a merced de Joe Campbell, el jugador de Tigres barrió apenas unos centímetros fuera del área para derribar al jugador tico. El silbante de inmediato marcó el penal ante los reclamos de los jugadores mexicanos. La falta fue fuera, sin embargo, el árbitro consideró lo contrario.

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Cabe recordar que en la Copa Oro no se utiliza el VAR, por lo que no hubo manera de revisar la jugada para revertir la situación. Bryan Ruiz anotó desde los once pasos y las redes explotaron una vez más. #NoEraPenal, pero no había más que hacer.

TRABAJO ARBITRAL 

Para no variar y como suele ocurrir edición con edición, el trabajo arbitral ha dado de qué hablar y más en la fase de los cuartos de final.

Por antecedentes o represalias, el silbante panameño John Pitti, abusó de protagonismo y afectó las condiciones del encuentro, añadido a que la herramienta del VAR no fue empleada en el torneo regional.

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Pitti pintó de amarillo a diestra y siniestra, no soportó la presión de las dos oncenas y poco pudo hacer para calmar las acciones bravas. Permitió golpes, trancazos y no hacía nada para detener el desenfrenado encuentro de trompadas.

El juez ya no corría durante los tiempos extra, fue un desastre, no aplicaba la ley de la ventaja y pitaba otro encuentro. A Martino le concedió otro cartón amarillo y lo que le dio al traste al duelo fue el apreciar un penalti que ni siquiera se generó dentro del área. Ver para creer, el silbante Pitti fue la figura del encuentro.