Pasadas las 16 horas locales en el desierto de Phoenix, el Tricolor pasó lista de asistencia a una nueva sede en busca de la gloria de la Copa Oro. Cuarenta y cinco grados Celsius le dieron la bienvenida a Gerardo Martino y compañía.

Luego de trabajar de manera regenerativa en el hotel de concentración, aún en la ciudad texana de Houston, el equipo mexicano se trasladó a Phoenix pasado el mediodía, por lo que llegó en la tarde al estado de Arizona, uno de las sedes que constantemente visita, ya que la última ocasión fue durante la Copa América Centenario en 2016.

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El Tricolor llegó tranquilo tras el pase de semifinales conseguido a manos de Costa Rica, ni trasnochados y sí felices es como se les notó a jugadores y cuerpo técnico. Sin embargo, al llegar al hotel de concentración, el sol, el calor y el bochorno los golpeó en algunos metros rumbo ‘lobby’ del hotel.

El ‘golpe de calor’ fue breve, pero certero. Los escasos metros y minutos fueron suficientes para testificar el incesante calor de la ciudad. Lo bueno para ellos es que el estadio de la Universidad de Phoenix es gran domo.

Jugadores como Andrés Guardado, Guillermo Ochoa, Néstor Araujo, Jonathan dos Santos y Héctor Moreno fueron de los jugadores más sonrientes. Gerado Martino y su cuerpo técnico de trabajo también apreció el calor y un poco más rápido ingresaron al hotel de concentración.

El equipo fue recibido con algunas porras y gritos de aliento con los contados aficionados que se dieron cita al hotel, entre ellos algunos paisanos que radican en esta ciudad y uno más los infaltables Caramelo, Toro y Huichol.

ARDE PHOENIX 

Temperatura por encima de los 45 grados Celsius, sol apremiante y fulminante hasta en la sombra y un calor fuerte-seco es como el Tricolor pasó lista de asistencia a una nueva ciudad en su camino a la gloria dentro de la Copa Oro.

La calurosa Phoenix vuelve aparecer en el recorrido del Tricolor en esta justa regional, ciudad a la que ha visitado en varias ocasiones en duelos oficiales y amistosos. Un intenso, pero intenso calor le dio la bienvenida a Gerardo Martino y sus pupilos de cara al choque de los cuartos de final contra Haití.

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En pleno corazón de la ciudad, el Tricolor se hospedará en la zona más confortable ante la infernal temperatura del desierto de Arizona. Por ser domingo y sin actividades laborales, el centro, calles y avenidas de la ciudad asemejaba una ciudad fantasma, una urbe sin población y sin movimiento. No obstante, el intenso calor es la causa para que los paisanos y habitantes de Phoenix se queden en casa para disfrutar de sus aires acondicionados dentro de sus hogares.

Con algunos rascacielos de por medio, el centro luce tranquilo y sereno como la última vez que México la visitó previo a la Copa América Centenario, en donde el Tricolor enfrentó a Uruguay en la casa de los Cardenales de Arizona, aún bajo las órdenes de Juan Carlos Osorio.

El Tricolor llegó a la ciudad más calurosa en su andar por la Copa Oro y duelos amistosos. Las temperaturas registradas en Dallas, Atlanta, Pasadena, Denver, Charlotte y Houston, no se parecen en nada con la de Phoenix, el corazón del desierto de Arizona.

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Las millas aumentan, el cansancio y trajín también, los entrenamientos se empalman con los cercano de los viajes y traslados, y a México le toca disfrutar de a poco su pase a semifinales tras el logro ante Costa Rica, ya que Haití y las semifinales están a unas cuantas horas. / Luis García Olivo