Chicago.- Tras un entrenamiento ligero el jueves, Gerardo Martino subió la intensidad de la práctica.

El “Tata” eligió llevar a cabo los ejercicios sin la presencia de los medios de comunicación, nadie pudo observar lo que pasó en el campo.

A través de las redes sociales del Tricolor, se vio algo, no más.

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La tarde, calurosa y húmeda, tras la lluvia que cayó horas antes, complementó un día pesado para los jugadores.

Trabajos físicos y trote fue lo primero que ordenó el estratega argentino.

Luego de calentar el grupo pasó a ejercicios con el balón, los jugares dieron pases rasos y con fuerza. Érick Gutiérrez, descartado para el resto de la Copa Oro, mostró grandes avances en su recuperación y tal vez pueda ser tomado en cuenta para el juego decisivo.

La práctica siguió con lo táctico, esa parte fue la más privada. Gerardo tiene en mente a su elenco de gala, pero tiene que ver todos estén bien físicamente, el esfuerzo y el ajetreo de los últimos juegos fue mucho.

Enseguida vinieron trabajos de definición, esa parte es la que más le preocupa. El Tricolor crea mucho, pero la contundencia desapareció en los últimos juegos.

Sin espacio para descansar llegó el momento de un interescuadras.

Ya más relajados y con buen ambiente, el entrenamiento tuvo otra intensidad. El grupo se notó concentrado, pero siempre con una sonrisa en el rostro.

Luego de dos horas de trabajos intensos, la práctica concluyó.

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Visiblemente cansados, los jugadores comenzaron a salir del campo.

Rumbo al autobús, a pesar de estar agotados, la mayoría de los jugadores se detuvo para atender a decenas de seguidores que tuvieron la fortuna de estar en el lugar.

Ya satisfechos los presentes, los seleccionados subieron al camión y volvieron al hotel de concentración.

La final se acerca y México tuvo que acelerar. (Javier Juárez/Enviado)