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Mira

11, julio 2019 - 0:08

┃ Javier Juárez

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POR JAVIER JUÁREZ

Sin reflectores, difíciles de hallar o saber su paradero.

¿Qué le pasó a la generación que ganó el título Sub-17de 2011?, sólo Antonio Briseño, Alfonso González, Carlos Guzmán, Kevin Escamilla y Carlos Fierro son detectables, el resto, hay que hurgar en redes sociales e internet para saber qué hacen, en dónde juegan. Raúl Gutiérrez lideró a una camada que se pensó iba a ser el complemento de la que ganó el mismo título en Perú años atrás, sin embargo, con el paso del tiempo, esa ilusión y esperanza, se esfumó.

Pocos destacan, la mayoría se desarrolla en clubes desconocidos y el resto dejó el futbol. Una generación que pasó de oro a plata y cobre.

ESTÁN VIGENTES

Se cuentan con los dedos de las manos, son muy pocos los jugadores que siguen en los primeros planos. Antonio Briseño, de buenas temporadas en Portugal, es el más mediático actualmente. El “Pollo” con pasado en Atlas, Tigres y Veracruz, acaba de enrolarse al Rebaño. El zaguero tapatío espera consolidarse en el cuadro más popular del país y dar el paso definitivo en su carrera.

El siguiente en esa corta lista es Carlos Fierro. El “Güero”, actualmente jugador del San José Earthquakes, fue campeón de liga con Chivas y de Copa con Gallos Blancos, sin embargo, nunca pudo afianzarse como jugador indiscutible.

Carlos pasó por Monarcas y Cruz Azul sin pena ni gloria.

Alfonso González, joya rojinegra que en su mejor momento prefirió irse a Rayados, de a poco destaca menos.

El habilidoso volante fue víctima de lesiones que no le han permitido brillar en Monterrey.

En la capital, tras varios torneos entre las sombras, Kevin Escamilla se ganó un lugar en Pumas.

Kevin, con mucha participación en el último año, está en el momento idóneo de su carrera para ser un inamovible en el cuadro del Pedregal.

El último de la lista está en Aguascalientes. Carlos Guzmán, con buen desempeño en Morelia y pasado en León, Xolos, Puebla, San Luis y toros Neza, se convirtió en un jugador clave para Guillermo Vázquez. El lateral se mantiene estable.

POCA LUZ

Otro grupo lo integran los futbolistas que todavía están en la mente, pero de a poco, se alejan de los reflectores.

Marco Bueno, canterano de los Tuzos, recibió oportunidades en diversos equipos, pero pocas las aprovechó.

El delantero, sin espacio en México, emigró al exótico futbol de Finlandia. En el HJK Helsinki Bueno espera darle un impulso a su carrera.

En su currículum está su paso por León, Monterrey, Estudiantes Tecos, Toluca y Everton de Viña del Mar.

Jorge Espericueta, jugador hábil, que llegó a estar en el Villareal de España. Sigue con altibajos.

Jorge se desempeña en el Puebla, pero sin destacar. Tigres y Atlético de San Luis son los otros equipos en los que pasó sin brillar.

Julio Gómez, la famosa “Momia”, fue el jugador más querido y mediático de esa camada, sin embargo, en primera, nunca asustó.

Julio pasó por Pachuca, Chivas y Jaguares, pero con poca participación.

En el ascenso tiene un currículum más amplio. Correcaminos, Cafetaleros, Coras, Zacatepec, Cruz Azul Hidalgo y Loros de Colima han contado con él.

Richard Sánchez, portero titular de esa generación, sigue en la búsqueda de consolidarse. El Chicago Fire es el último equipo que le abrió las puertas.

Francisco Flores cierra el siguiente grupo. El lateral derecho está a prueba en Veracruz tras su largo paso por Pioneros de Cancún, Atlante, Tlaxcala y Coras. En Cruz Azul, Chivas y Pachuca, no pudo destacar.

EN EL OLVIDO

Los nombres de los demás, de a poco se borran de la mente. José Manuel González, Dilan Nicoletti, Francisco Flores, Jorge Luis Caballero, Luis Solorio, Luis Guzmán, Felipe Sifuentes, Giovani Casillas, Daniel Hernández y Marcelo Gracia tratan de seguir activos en liga de ascenso o premier.

ADIÓS FUTBOL

José Tostado y Enrique Flores están en el retiro, alejados del futbol profesional.