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Mira

13, julio 2019 - 22:07

┃ Alejandro Alfaro

nota-ambriz

 

Merecido, justo, Nacho Ambriz, el hombre que logró hacer olvidar a Gustavo Matosas en León, contra varios pronósticos, fue elegido como el mejor técnico del año. El juego vistoso que desarrolló con el León le ganó a la popularidad del “Piojo” Herrera. En el campo lo venció y en el estrado también.

Miguel Herrera fue campeón con las Águilas en el Apertura 2018, ganó la Copa MX, pero no fue suficiente para derrotar al domador de La Fiera.

Nacho, criticado muchas veces por un supuesto estilo defensivo, destrozó todos esos mitos. Ambriz eligió bien a sus piezas y con un juego de conjunto que cautivó, ligó con el equipo esmeralda 12 triunfos consecutivos, llegó a la final y se ganó el respeto de colegas.

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La octava estrella no se bordó, pero Nacho tuvo un justo premio a su trabajo. Sin esperarlo, en muletas por su operación en el tobillo, Nacho subió al estrado a recoger su galardón.

Con escasas palabras, Ignacio emitió su comentario: “Es más fácil dirigir a un equipo que hablar aquí”, dijo Ambriz.

Enseguida, el domador felino, agradeció “a mi familia, a los jugadores, a la familia Martínez por el apoyo”, exclamo Ignacio y se detuvo un par de segundos para llevarse las manos al rostro. Con lágrimas, Nacho siguió: “Le agradezco a mi esposa, que está de vacaciones y a mis hijos”, exclamó Nacho con voz entre cortada.

Ignacio se acordó de sus colegas: “Todos somos ganadores, ‘Tuca’, Miguel, gracias”, dijo Nacho y bajó del estrado con una muleta en una mano y el balón dorado en la otra.