Más de un aficionado auriazul se quedó con las ganas de poder ver a Freire en su primer partido oficial con los Pumas, sin embargo, no pudo ser. El argentino se quedó al igual que la fanaticada, con las ganas. Todo por el famoso “transfer”, que, a veces, no es culpa del club que compra, sino del equipo y federación que vende la carta del jugador. Pese a todo, Nicolás ya aparece registrado ante la Liga MX, síntoma de que el famoso “transfer” llegó a las instalaciones del club.

Si bien hay un poco de enredos respecto al origen de los derechos federativos del jugador, no es Liga Deportiva de Quito la que estuvo obligada a mandar el certificado de transferencia internacional (CTI), sino el Club Atlético Torque, quien recientemente descendió en Uruguay.

El camino del famoso “transfer”, en el caso de Nicolás Freire, es un enredo. Pumas, para registrarlo, tuvo que inscribirlo en el FIFA International Transfer Matching System (FIFA ITMS). Ahí, debió subir el contrato firmado entre todas las partes, además de un documento que avale que ya no hay ninguna relación laborar con el equipo del que proviene; por último, el visado laboral del país.

Cuando esto sucede, ahora es la liga o asociación en la que estuvo Freire por última vez la encargada de validar que todo esté en orden. En este caso, la Federación Ecuatoriana de Futbol. Aunque, al estar cedido, fue el Club Atlético Torque el que faltaba por avalar la transacción.

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Pumas esperó y se tuvo que quedar sin alinear a Nicolás Freire en la jornada uno, aunque ya lo podrá utilizar en el debut ante su gente. Los felinos se medirán al Necaxa el próximo domingo, en el Olímpico Universitario.