POR BRIAN SALES

FOTO: JESÚS TELLEZ

ENVIADOS ESPECIALES

Veracruz.- Los 120 millones y el descenso quedaron atrás. Luego de no ver acción en la jornada uno, los Tiburones Rojos regresan al puerto para cazar Tuzos. La ciudad ya respira un aire diferente. El veracruzano desea ver a su equipo ganar e imponerse. Durante su última práctica antes del enfrentamiento ante Pachuca, reinó el buen ánimo y la sana convivencia entre los elementos del plantel.

Reyna, con sus tradicionales chistes. Menéndez, con su amabilidad. Kazim, con sus videollamadas rapeando. Cada uno arribó, poco a poco, al estadio Luis Pirata Fuente. Adentro, el estratega de los escualos los esperaba para darles las indicaciones del calentamiento.

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El cuerpo técnico, antes de trabajar lo táctico y el balón parado, pidió a sus pupilos inflar globos para realizar distintas dinámicas de integración y para estimular los sentidos. Lejos de incomodarse, los jugadores se divirtieron como niños y dejaron los prejuicios de lado. La dinámica, entre otras cosas, busca quitar el chip del torneo pasado a los jugadores.

Entre los más arropados por sus compañeros está Carlos Salcido. El exjugador del Rebaño Sagrado también es fiel consejero del “Ojitos” Meza. A cada rato, durante las prácticas, se les puede ver compartiendo puntos de vista e ideas.  

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Ángel, al igual que Salcido, son los jugadores más longevos que tendrán los Tiburones Rojos en esta campaña. En ellos caerá la responsabilidad de guiar al grupo rumbo a la salvación. Si la consiguen, ya podrían ampliar el horizonte y pensar más allá.

Al mando de Enrique “El Ojitos” Meza, la historia apunta a ser diferente. Un huracán arrasó con el puerto y trajo una marea de nuevos rostros para el equipo. El más polémico: Ángel Reyna. Él, quien se presumía retirado, volvió a un club el cual no le es indiferente. Al lado de Kazim Richards y Cristián Menéndez, son las armas de los escualos para el Apertura 2019.