Ni con él en la banca, la suerte le dio la espalda a Cruz Azul y en el adiós del “Conejo”, dejó ir un triunfo que fue suyo.

Óscar Pérez, en su homenaje, se quedó a segundos de celebrar una victoria histórica.

Jonathan Rodríguez, con una parábola perfecta, se encargó de abrir el marcador.

La fiesta era azul, Toluca, con un platel limitado dio poca pelea, sin embargo, en la agonía del juego, el diablo metió la cola.

Alan Medina, el que más lo buscó, dejó atrás lo emotivo e hizo la diablura.

La Máquina se atascó e hilo un empate más en la competencia. Los mexiquenses, de milagro sumaron, pero el navío rojo no se tan sólido como en otros años. La Volpe tiene que fortalecer ese barco a la brevedad.

EL JUEGO

Tras los emotivos segundos que vivió Óscar Pérez, el balón giró. El “Conejo” saltó por última vez con la playera celeste, pero la función tuvo que seguir.

La Máquina, en medio de una emotiva noche, quiso arrollar a un rival a modo. Los Diablos Rojos no se ven tan sólidos como en otros torneos.

Caixinha le movió poco a su esquema, Milton Caraglio, Roberto Alvarado, Jonathan Rodríguez y Édgar Méndez fueron de nuevo sus apuestas al frente.

Cruz Azul intentó echar para atrás a los mexiquenses, sin embargo, Federico Mancuello, con un tiro de lejos, avisó que no iban a ser el equipo dócil que se pronosticó.

Toluca tuvo un lapso agradable, Alan Medina, con un recorte dentro del área, se unió a los ataques choriceros.

La Máquina contestó esas ofensas con un disparo de Roberto Alvarado que Talavera desvió milagrosamente. El “Piojo” estuvo cerca de abrir la cuenta.

Luego de eso, el equilibrio apareció en el campo.

Celestes y escarlatas se neutralizaron tanto, que ocasionaron una batalla seca, con pocas llegadas y numerosos reclamos desde la tribuna.

La Máquina, con Méndez poco efectivo y Yotún más encargado de desarmar que de crear, dejaron a Caraglio muy aislado. Alvarado y el “Cabecita” tampoco apoyaron tanto.

Los Diablos, como en su presentación en casa, mostraron escasas armas. Pardo y Mancuello los que intentan crear, lo hacen con dificultades. Canelo solo adelante y Alan Medina, todavía sin la experiencia necesaria para cargar con todos.

El juego cayó, casi tocó fondo.

En el momento más gris de la noche, la Máquina encendió fugazmente las calderas.

Caraglio entró área, tiró, pero su disparo lo contuvo Talavera.

Milton tomó protagonismo, en la siguiente llegada al área mexiquense él volvió a exigir a Alfredo.

Los embates azules se incrementaron de un momento a otro, Méndez con la cabeza y Yotún con un disparo de lejos, obligaron a Tala a volar.

Con la velocidad de la Máquina incrementándose, Diego Montaño tuvo que frenarla. Llegó la tregua.

EL COMPLEMENTO

Al volver al campo la Máquina aceleró y pronto llegó la alegría. Rodríguez, de muy lejos, vio a Talavera adelantado y desde su posición elaboró una parábola que Alfredo no pudo detener. El “Cabecita” puso adelante a los celestes.

Tras el tanto, la igualdad reapareció en el campo.

Caixinha notó que su Máquina se estancó e ingresó a “Pol” Fernández. El argentino trató de guiar a los azules, sin embargo, no fue fino.

El juego tuvo la misma tónica y vinieron más movimientos.

La Volpe le dio minutos a Richard Ruiz y Pedro a Elías Hernández.

Cruz Azul estuvo cerca de incrementar la ventaja, Alvarado, de lejos, impactó un balón en el travesaño.

Llegaron más cambios en el tablero. Caixinha quiso cerrar el juego con el ingreso de Orbelín Pineda, mientras que el “Bigotón” apostó por más sangre joven, Kevin Castañeda entró a la batalla.

La Máquina bajó la potencia, dejó vivo al rival y en la agonía del juego, Alan Medina hizo la diablura.

Toluca, en el último suspiro del cotejo, le arrebató un punto a Cruz Azul y de paso arruinó el adiós del “Conejo”.

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