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Mira

30, julio 2019 - 0:57

┃ Rubén Beristáin

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La olla exprés llamada Chivas explotó… pero de alegría, gracias al gol del defensa central Antonio el “Pollo” Briseño, quien con un certero cabezazo mandó a guardar la pelota en las redes del arco de Tigres, defendido por Nahuel Guzmán, y abrió el camino A la primera victoria del Guadalajara en el Apertura 2019, el domingo, en el estadio Akron.

Después de estar ausente un año de México, el tapatío volvió a probar las mieles del triunfo en nuestro país, luego de las fuertes críticas que se generaron con su llegada y la de Oribe Peralta y el regreso de Oswaldo Alanís, a la par de los malos resultados en pretemporada e inicio del torneo, al haber sido goleado el Rebaño Sagrado a manos de Santos Laguna al son de 3-0.

Una semana después todo fue diferente. Antonio tuvo un debut de ensueño. El estratega Tomás Boy confió en él y lo puso en su once titular. Únicamente pasaron ocho minutos en el reloj para que sintiera el éxtasis total. Fue en un cobro de esquina, el defensa aprovechó su 1.85 metros de altura, no dejó de ver el esférico, lo midió con gran exactitud y con un portentoso cabezazo venció al portero felino. No le importó nada más, ni siquiera cuántas cabezas se encontrara en su objetivo para romper con la paridad en el estadio Akron. Quedó tumbado, tan alucinado como preocupado, y es que chocó con Carlos Salcedo. El dolor fue lo de menos, la emoción fue mucho más grande. Las lágrimas lo invadieron, su presentación no pudo ser mejor. Su partido 50 en Liga lo celebró a lo grande.

“Tengo sentimientos encontrados, es algo muy bonito. Rebasa mis expectativas, no puedo expresarlo con palabras. Los sueños se cumplen, estoy muy contento”, expresó en zona mixta al término del duelo ante los regios.

Briseño es de aquella generación liderada por el estratega Raúl Gutiérrez y que incluso fue campeona del mundo Sub-17. Era uno de los jugadores de mayor confianza del “Potro”, y hasta fue autor de uno de los tantos en la final del Mundial disputado en México ante Uruguay. Briseño no le teme a nada, sabe de retos, y el domingo lo demostró.

Es una realidad que muy pocos jugadores han logrado su consolidación. El “Pollo” es uno de ellos. Su paso por Europa en el futbol portugués no fue el esperado, sin embargo, ahora, con el Rebaño Sagrado, va por su segundo aire.

Su extracción rojinegra causó cuestionamientos, pero poco importó. Hoy en día recuerda su pasado con Atlas como un trampolín en su vida profesional, sólo eso. Sus primeras declaraciones como jugador del Guadalajara enamoraron a la exigente afición tapatía. Toño tiene claro a donde llegó y a pesar de contar con apenas 25 años, su carrera la quiere terminar como Chiva. No tiene más opciones. “Mi idea es hacer mi carrera aquí, al final de cuentas es el club más importante de México y el más querido”, expresó en su presentación como refuerzo.

Chivas le dio un tope al vigente campeón. Un señor “Pollo” soltó un picotazo que hirió de gravedad al Tigre. Ahora no se detendrá e irá por más. La realidad de Antonio Briseño apenas comienza.

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