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Mira

26, diciembre 2014 - 21:29

┃ María Vega

nota-toros-silis

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
FOTOS: JORGE BARRERA

SOLAMENTE en el México taurino de hoy pasan estas cosas. ¿Qué piden las empresas para programar a un torero sin relaciones importantes, pero con grandes argumentos toreros? Que triunfe, ¿no? Que su nombre suene. Que esté de moda. Que se deje morir (vaya frase, penosamente, sin valor) Que corte las orejas. Que salga a hombros. Que miles y miles de cosas más y que al final, vergonzosamente, prácticamente nadie cumple. Puede más un torero extranjero con relaciones para poder torear en la mejor plaza o feria, aunque su nombre no diga absolutamente nada, que sólo parta plaza para cobrar, que un pobre mexicanito con todos los argumentos, pero sin un apoderado que le haga valer. Y pues, como no hay quien dé la cara, ¿qué se puede hacer? Nada, a joderse él y sus deseos y todas esas romanticadas del toreo que hoy terminan siendo bobadas baratas.
Todos, periodistas y empresarios; subalternos y los propios toreros sabemos quien es Juan Luis Silis, un caso como ejemplo de un titipuchal que se encuentran en su misma situación. Juan Luis sabía desde novillero que para poder triunfar se necesitaba torear bien y arrimarse, cosa que hizo. Pero no bastó, entonces lamentablemente le vino un grave percance, de muerte, que superó afortunadamente. Con esto quedaba demostrado que ganas de querer ser sí tenía, pues reapareció con Julián López y Joselito Adame, siendo esa tarde el triunfador al salir a hombros. ¿Qué más tenía que demostrar? Pachuca le dio la oportunidad para que las empresas supieran de qué está hecho este individuo, pero nada, absolutamente nada pasó. La Plaza México le tiene la promesa de aparecer en una de sus temporadas desde hace años y ya ni hablar de ETDM, donde mucho menos hay siquiera una promesa. ¿Quién da la cara por este tipo de toreros que valen mucho la pena? ¿Dónde los escondemos? Digo, porque si estorban seguro que es mejor no decir nada de ellos y cerrarles en definitiva las puertas. No se trata de Juan Luis, él apenas es un pretexto para ejemplificar casos del toreo mexicano.

Y A PESAR DE TODO, NO DESFALLECE
Aún y con toda mi letanía, Juan Luis no pierde la esperanza, ni siquiera está amargado, ni es mal agradecido. Y no tiene por qué serlo, o no le nace serlo y qué bueno, pues eso habla de su amor a la fiesta brava. Sabe que no le contratan, aunque no sabe por qué. Pero espera que pronto cambien las cosas.
“Este año me llevo el reconocimiento con Dios, pues me permitió reaparecer el pasado 4 de mayo y de manera grandiosa, con el corte de tres orejas. Pero debo decir que toreé muy poco, siete corridas y tres festivales. Pero me deja mucho porque la afición ha estado conmigo”, indicó en su visita a ESTO.
-Tras un percance y una reaparición así, pareciera que ya nada vale hoy en día para poder seguir toreando.
“Esto es muy difícil. Me quedo tranquilo porque la falta de esfuerzo no queda en mí, sino en los empresarios. Realmente lo he dado todo, no sé a qué se deba que no he toreado más. Tengo esperanza para este 2015, sobre todo en que pueda torear en la Plaza México, de lo contrario nadie me podrá ver en otras plazas”.
-Pachuca hizo su parte, la México tiene la intención, pero el resto de las empresas parece que van en contra de lo que ellos mismos dicen, ¿qué más se tiene que hacer?
-Creo que irme de rodillas a La Villa y pedirle a la Virgen y a Dios que les mueva el corazón a los empresarios. Sigo con hambre de querer ser y si nadie me escucha espero que lo haga por mientras sólo uno: el doctor Herrerías. Sólo necesito una oportunidad para que el resto me escuche”.
-Pero de las cosas amargas y tristes, 2014 te deja sin duda algo muy hermoso que fue volver a nacer.
“Seguir vivo es el más grande agradecimiento, no hay día que no esté agradecido con Dios, no puedo pedir más en ese aspecto. Para este Año Nuevo solamente deseo salud y paz para todo el mundo y agradecer a Dios que tengo a mi padre, pese a los dos infartos que sufrió en meses pasados. En verdad, estoy agradecido con todo y seguiré de pie a la espera de oportunidades”, concluyó.
Lo más extraordinario del caso, como muchos más, reitero, es que el año que entra esta historia, como otras más, subrayó, será la misma. ¿O están dispuestos a cambiar el destino de este torero como otros más que aún pueden ser?

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