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4, agosto 2019 - 1:35

┃ Alejandro Alfaro

cuauhtemocblanco

Foto: Especial

Cuernavaca.- La Copa Confederaciones representa el logro más importante de nuestro futbol a nivel selecciones. No es para menos, este trofeo es la única competencia FIFA a nivel mayor que México ha ganado y lo hizo no contra cualquier rival, fue Brasil el que estaba enfrente aquella noche del 4 de agosto de 1999 ante un estadio Azteca convertido en un monstruo de 100 mil cabezas desbordado por el Tricolor.

Con el recuerdo fresco en la memoria, Cuauhtémoc Blanco le abrió las puertas de su casa de gobierno en Cuernavaca a su amigo ESTO, para rememorar lo que significó para él levantar el título en aquel entonces.

“Significó mucho. Sabíamos lo que representaba para nosotros y lo bonito que se siente ganar en México y el estadio Azteca. Fue un sueño que todos queríamos, un equipo muy comprometido, una Selección comprometida con la gente, con chavos y jugadores de experiencia. Lo más bonito fue el apoyo de la gente, los aficionados estuvieron a tope y para nosotros fue muy motivante”, expresó.

Pese a que se han ganado Mundiales juveniles y el oro olímpico en Londres 2012, para Blanco Bravo no hay duda, la Confederaciones es el mayor éxito en la historia.

“Yo creo que sí. Estuvimos a punto del quinto partido, me acuerdo cuando de la Copa América en donde se jugó la final, hubiera sido un exitazo de la Selección Mexicana ganarle a Argentina. Este fue un torneo importantísimo que se nos dio. Recuerdo que aquel entonces estaba muy joven Ronaldinho y venía despuntando; llegó a Barcelona, Milan, la Selección, fue uno de los grandes. Sabíamos contra quien nos íbamos a enfrentar, para nosotros ese título fue importante”, expuso.

Tal vez, la imagen más recordada de aquella final, sea el gol que Cuauhtémoc Blanco le anotó a Dida. Todos tenemos presente a Rafael Márquez en la conducción desde atrás y con un trazo cruzado y preciso al 10 Tricolor, quien, en el área, se mandó un recorte de época para hacer que el defensa brasilero se fuera en banda, y posteriormente, definir cruzado para vencer al gigante Dida. Cuauh compartió con El Diario de los Deportistas como sintió esa acción en aquel entonces.

“El recorte ese lo hacía de chavo, en el barrio, en las canchitas donde antes jugaba tenía esa manera de jalar el balón. Siempre se te barren los defensas y yo tenía esa facilidad. También lo hacía mucho en el frontón del América, entonces tenía esa facilidad y cuando me quedó dije: ‘para adentro’. Definí bien con la pierna izquierda y pues Dida, que era un portero enorme, tenía que buscar el poste del lado derecho”, explicó.

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Y si la anotación es bien recordada, el festejo lo es todavía más. “El jarabe tapatío quien sabe cómo me lo aventé, pero me salió de la emoción. Lo hice porque soy mexicano y porque tenía ese sentimiento de ganarle a Brasil en mi país. Me aventé un zapateado que es una tradición de todos nosotros”, lanzó.

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