Foto: Cuartoscuro

Es un hecho. La bomba del verano la soltó el América al anunciar la contratación del arquero Guillermo Ochoa, quien vuelve a la querencia luego de una aventura de ocho años en el futbol de Europa.

El cancerbero fue formado en las categorías inferiores de las Águilas, abriéndose paso de a poco hasta encontrar un hueco en el primer equipo de la mano de Leo Beenhakker, entrenador que lo debutó por las bajas de Adolfo Ríos y Ricardo Martínez.

De a poco se fue ganando a la afición americanista con buenas actuaciones, mismas que lo catapultaron de manera sorprendente al Mundial de Alemania 2006, donde acompañó a Oswaldo Sánchez y Jesús Corona.

Sus reflejos y espectaculares atajadas llamaron la atención en el plano internacional, llegando a ser el primer mexicano en ser considerado para el Balón de Oro en 2007; la salida a Europa parecía inminente.

Por ser indiscutible del arco azulcrema, cada ventana de transferencias se hablaba de una salida sin que pudiera concretarse nada; ante tal hecho, el arquero decidió no renovar contrato y marcharse libre al Ajaccio de Francia en 2011.

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Luego pasó por España en equipos como Málaga y Granada, antes de recalar en el Standard de Lieja de la liga de Bélgica, su último equipo en el futbol del viejo continente.