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Los problemas no cesan en el entorno a la figura de Antonio Brown.

El estelar receptor abierto ya le informó a los Raiders de Oakland, su nuevo equipo a partir de esta temporada, que mientras no pueda usar su antiguo casco no jugará en la NFL.

Tal decisión se originó debido a que según el ex jugador de Pittsburgh los nuevos cascos autorizados por la liga no le permiten tener una buena visibilidad e influyen con sus habilidades como receptor. Cabe recordar que los antiguos cascos fueron prohibidos por la liga de cara a la siguiente campaña.

Además, el #84 no se encuentra entrenando debido a unos problemas físicos que sufrió durante la última semana, inclusive posteó en sus redes sociales una foto de sus pies llenos de ampollas. Los Raiders vienen de ceder a sus demandas económicas y hacerle un contrato multianual, asegurándose a uno de los jugadores más explosivos de la NFL.

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Brown disputó 15 partidos en la campaña anterior, donde tuvo 104 recepciones, 1,297 yardas y 15 touchdowns, números que le bastaron para exigir un gran contrato en cuanto a lo económico, aunque en los Raiders, que el año entrante se mudarán a Las Vegas, no tiene muchas posibilidades de trascender y poder llegar al Super Bowl.