POR HÉCTOR REYES

México no solamente se reposicionó, sino resplandeció como un sol a pesar del clima invernal durante los Juegos Panamericanos de Lima 2019, al superar todas las expectativas y sin manifestarse, todos juntos dieron una respuesta contundente para el nuevo gobierno que deberá apoyar a la juventud deportiva que tiene como reto los Juegos Olímpicos de Tokio el año entrante.

La inercia viene de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, al recuperar la supremacía de la región que perteneció a Cuba desde la década de los años 70, fue un inicio del ciclo olímpico que nadie esperaba. Esta vez en Lima 2019, México finalizó en la tercera posición del cuadro de medallas y de los 451 deportistas, el 30% trajo un metal de cualquier color.

A partir del 15 de septiembre el gobierno liberará los recursos y con ello se espera un plan audaz, inteligente y bien estructurado en materia deportiva. Adiós a la retórica, se esperan hechos a la medida de las expectativas creadas.

Las metas anunciadas por la Conade fueron superadas: el pronóstico reservado de 19 preseas de oro, la meta a superar de las 100 preseas y a 5 oros de igualar el máximo histórico de 42 metales dorados obtenidos en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

A pesar de que los deportistas que integraron el equipo nacional el 26 de julio desfilaron en la ceremonia inaugural sin uniforme de gala, esta situación no fue de relevancia para los deportistas en el día a día de la justa, que comenzó el 26 de julio y llegó a su conclusión el 11 de agosto.

Y, lo más importante, que nunca perdieron la ilusión. En el marco de los Juegos, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció estímulos económicos.

Las mujeres una vez más fueron el emblema de la delegación, pero los varones tampoco se quedaron atrás, fue una actuación compartida, con sus actuaciones dejaron huella en 11 deportes olímpicos y tres no olímpicos, en lo que respecta a las preseas áureas.

¡Podemos destacar a las heroínas de nuestro deporte!

Paola Longoria se convirtió en la reina mexicana de los Juegos Panamericanos al ganar tres preseas de oro en singles, dobles y equipo. En el primer tercio de la competencia destacó Beatriz Briones con sus cuatro trofeos, uno de oro, otra de plata y dos bronces en la especialidad de Kayak y la arquera Alejandra Valencia, con tres preseas, una de cada color.

Hay que recordar a la abanderada nacional de los Juegos Olímpicos de Río 2016, la ciclista Daniel Campuzano, con el metal dorado en su tercer intento. La clavadista Paola Espinosa anunció su retiro con un total de 15 medallas continentales, la máxima ganadora en este renglón de nuestro país. Tampoco podemos olvidar el adiós del ícono del squash mexicano, Samanta Terán, ganadora de 12 medallas panamericanas, la última de bronce por equipos.

Cómo olvidar las lágrimas de felicidad de la seleccionada nacional de taekwondo Briseida Acosta en su primera participación, ya que siempre tuvo enfrente a la gloriosa María Espinoza. Y Paola Fragoso, en formas ganó la primera presea dorada para México en la justa continental, en el debut del poomsae.

En el atletismo, surgieron nuevas figuras en la especialidad de fondo después de dos décadas de crisis: la keniana naturalizada mexicana en los 10,000 metros Risper Gesabwa y en los 5,000 Laura Galván, quien promete muchas cosas. Y la encargada de hablar a nombre de los deportistas en la ceremonia de abanderamiento, la olímpica en remo Kenia Lechuga, respondió a las expectativas y la fama que le precede.

No ganó la presea dorada, pero mostró de qué está hecha la nueva esperanza blanca de la velocidad, la tapatía Paola Morán, la novel atleta que peleó la meta a la tercera del mundo, la jamaiquina Shericka Jackson. También dejaron huella las palabras de la boxeadora Esmeralda Falcón, de “morirse en la raya”.

El conjunto de gimnasia rítmica conquistó al público peruano con las rutinas que le redituaron dos oros y una plata. El Canal Olímpico le ha dado seguimiento y las pupilas de Blajaith Aguilar habla de la posibilidad de ser las primeras en calificar de México, en Tokio 2020.

En el ciclismo, Jessica Salazar y Daniela Gaxiola se alzaron con el oro en la velocidad y establecieron una nueva marca panamericana. Y finalmente, la tapatía Mariana Arceo se convirtió en la primera mexicana en ganar en la justa continental y su pase a los Juegos Olímpicos.

Del lado de los varones, no menos trascendente su participación, desde el primer día que se ganaron cinco oros y México se instaló en el primer sitio del medallero, las cosas comenzaron bien para nuestro país, no se vivió el drama del fracaso. Pero, sin duda, los resultados pusieron en su lugar a cada quién.

El pesista Jonathan Muñoz, el ciclista Gerardo Ulloa, el atleta sonorense Carlos Villarreal en los 1,500 metros, los clavadistas Juan Celaya con sus dos oros y una plata de Kevin Berlín, con sus dos metales dorados y su pase olímpico desde la plataforma, la sonrisa contagiosa del fondista Fernando Martínez, el pase olímpico del tirador Edson Ramírez y en esquí acuático, Patricio Font, a sus 17 años, se alzó con el oro, resultados que han quedado para la historia.

En la gimnasia varonil, de quienes no se esperaba algún resultado resonante, Fabián de Luna le ganó al doble medallista olímpico, el brasileño Arthur Zanetti en los anillos y el ensenadense Isaac Núñez, en barras paralelas, se colgó la primera medalla de oro en este aparato y plantea el retorno varonil a la cita olímpica de Tokio 2020. Sin dejar a un lado al más joven de la delegación, y el tirador Edson Ramírez, con su pase olímpico.

Las estadísticas de los deportes que cumplieron, las plazas olímpicas que se ganaron y los pormenores que dará a conocer el 14 de agosto, son complementarios a este homenaje que el Diario de los Deportistas les rinde por su brillante desempeño que marca una nueva época en el deporte nacional.