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13, agosto 2019 - 1:32

┃ Guillermo Martínez

KEVIN-BERLÍN_OFR-(21)

Su espíritu juvenil vuela por los aires.

Voltea hacia la luz del sol y luego se deja caer hacia las palmas de la fosa, sobre esa agua cálida donde al sumergirse sabe que está emprendiendo el camino olímpico.

Tiene 18 años, pero ya desafía la plataforma de 10 metros, en la que viaja a casi 40 millas por hora.

Sabe de ese desafío, pero ahí ha encendido sus ilusiones, sueños y grandeza por el deporte.

Kevin Berlín, el hijo pródigo de Veracruz, consiguió dos oros en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, además de una plaza para Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

“La plaza es para el país, por lo que falta un Campeonato Mundial o tal vez un selectivo, por el momento hay que disfrutar lo logrado. La verdad que estoy contento por el resultado de estos mis primeros Panamericanos”.

Amante del futbol, seguidor del equipo español el Barcelona, Berlín Reyes sabe de la responsabilidad que ahora viene para él, pero platicó en su visita al ESTO que ha crecido mentalmente y madurado para competir y conseguir sus sueños que es estar en unos olímpicos.

“Todo ha sido con base al trabajo, a las ganas de sobresalir y demostrar que se pueden lograr muchas cosas, aunque a veces te digan que no lo lograrás. Yo me enfoqué a mis objetivos, soy disciplinado, por eso me levanto de muy temprano para entrenar”.

 

Poco a poco comenzó a recordar su llegada a los clavados, después de haber asistido a un campamento de verano donde tuvo la suerte de ver entrenar a la olímpica Laura Sánchez y Jahel Castillo.

“Fui con mi hermana Karen. Ella hacia gimnasia mientras yo volteaba a ver a los clavadistas. Tenía siete años de edad y fue que decidí practicar esta disciplina. Gracias a Dios, las circunstancias, buenas o malas, son las que me han ayudado a llegar hasta donde estoy”.

Atrás ha dejado parte de sus juegos en el barrio, las cascaritas con los amigos, las aventuras en su natal Veracruz.

“He dejado muchas cosas, pero todo sacrificio tiene su recompensa. Más cuando tus sueños son estar en lo más alto de la élite. Cuesta trabajo, dejar a la familia, pero la infancia la vas viviendo con triunfos, medallas, mismas que te motivan para continuar en lo que más te gusta”.

Kevin admira a los clavadistas rusos, a quienes espera también un día vencer.

“Ellos vencen a los chinos, así que nos toca a nosotros derrotarlos a ellos. Son magníficos, lo reconozco, por eso sigo su trayectoria y sus hazañas, mismas que platico con mis compañeros y analizamos sus técnicas”.

Actualmente es entrenado por Iván Bautista, quien tiene además a los olímpicos Paola Espinosa, Iván García y Germán Sánchez.

“Estar al lado de ellos te hace que busques la manera de superarlos. Es un reto, pero gracias a eso, me han brindado mucha confianza. Me animan y eso me hace no defraudarlos. Competir con ellos es un orgullo muy grande”.