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Mira

14, agosto 2019 - 22:47

┃ EFE

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Estambul, Turquía.- Se sabía que la Supercopa de Europa disputada en Estambul, entre Chelsea y Liverpool, iba a suponer todo un examen para Stéphanie Frappart, la primera mujer que arbitra un partido masculino de máximo nivel de la UEFA, pero salió airosa.

Aficionados y comentaristas observaban con atención cada movimiento de la francesa, escoltada por sus asistentes, su compatriota Manuela Nicolosi y la irlandesa Michelle O’Neill.

Así, la falta del defensor Virgil Van Dijk, al minuto 4, cuando bloqueó el pase de Olivier Giroud, suscitó momentáneas dudas porque la colegiada marcó falta, pero no mostró la tarjeta amarilla.

Mayor fue la polémica en las redes sociales al minuto siguiente, cuando el delantero Sadio Mané se arriesgó a rematar de chilena y dio con el balón en el brazo del defensor Andreas Christensen.

Los seguidores del Liverpool pedían penalti por mano, pero Frappart no lo consideró: las nuevas reglas establecen que sólo se penaliza si los brazos no están en silueta habitual, y no fue el caso del defensor del Chelsea.

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Durante todo el primer tiempo, Frappart hizo un uso muy modesto del silbato, y dejó las tarjetas amarillas en el bolsillo.

Al minuto 40 le anuló un gol a Christian Pulisic, por fuera de juego, y el VAR le dio la razón. Los aficionados no protestaron más de lo habitual.

El segundo tiempo también comenzó sin amonestaciones, pese a algunas faltas en ambos lados. Fue al minuto 79 cuando Frappart comenzó a mostrar mano dura, primero con la tarjeta amarilla a César Azpilicueta, por protestar una falta; y al 84’, con otra para Jordan Henderson, por haber derribado a Emerson.

La decisión más polémica pudo ser el penalti que Frappart marcó en la prórroga, al castigar al portero Adrián, quien se había tirado a los pies de Tammy Abraham. La medida le permitió a Jorginho empatar el marcador a dos tantos. Pero tampoco se registró protesta especial en las gradas ocupadas por los seguidores del Liverpool.

Ni cuando en el minuto 106 mostró otra amarilla, a Alexander Arnold.

Se confirmó así lo que dijo Frappart en la conferencia de prensa el día antes del partido: “Cada equipo juega distinto, pero el futbol es lo mismo para mujeres y hombres”.