POR ALEJANDRO ALFARO
FOTOS: RAMÓN ROMERO
ENVIADOS

San Nicolás de los Garza.- Pareciera que el campeón perdió la brújula en las últimas semanas. Este sábado, Tigres ligó su cuarto empate consecutivo, todos por idéntico marcador de 1-1 y esta vez fue León al que no pudo doblegar.

El partido ofreció de todo; goles, penaltis fallados, polémica arbitral y al final, repartición de puntos entre los dos más recientes finalistas del futbol nacional.

Luis Montes había adelantado a La Fiera, pero Vargas puso el del empate, mientras que el villano de la noche fue Enner Valencia, quien se quiso lucir con un penalti a lo Panenka, pero solamente terminó abucheado y cambiado.
La empatitis del monarca de la Liga es aguda y tras la Fecha FIFA tendrá que encontrar el remedio para aliviarla.

EL JUEGO

La reedición de la última final de la Liga MX llamaba a esperar un gran partido en el estadio Universitario. Tigres recibía a León con la consigna de poner fin a una racha consecutiva de tres partidos sin ganar, y más por el hecho de presentarse en su cancha y ante su gente.

Pese al contexto, La Fiera no estaba dispuesta a ser comparsa del partido y con sus armas, propuso un encuentro en el que preocupó a los regiomontanos con un futbol vertical, así como desdobles a velocidad que tomaban mal parada a la defensiva tigre.

Cuando Montes, Mena y Campbell se juntaron para tocar la pelota, hicieron ver vulnerable la zaga de su oponente. De hecho, una de esas conexiones puso adelante a los Esmeraldas.

Ángel descargó el balón en Joel. El tico recibió y en el mano a mano se sacó de encima a Pizarro, con lo que logró llegar hasta la línea final, en donde tiró un pase retrasado que recorrió toda el área hasta donde Montes estaba para prenderla de primera y mandarla a guardar a segundo poste. Nada que hacer para Nahuel, quien fue un espectador más de la anotación. ¡Rugió primero León!

Impulsado por su gente, Tigres buscó ir al frente, mas el orden defensivo de los verdes evitaba cualquier insinuación de verdadero peligro sobre el arco de Cota. Apenas un par de disparos de Carioca y Gignac, pero nada más.

Poco antes de ir al descanso, la oportunidad del empate llegó de forma inmejorable para la U de Nuevo León. Pedro Aquino derribó a Enner Valencia en el área, y aunque de inicio la jugada corrió, César Arturo Ramos Palazuelos terminó por ir al VAR para corregir y señalar la pena máxima.

El propio ecuatoriano se tuvo confianza para patear desde el manchón penalti. Se perfiló, amenazaba con un cobro potente, disparó y… ¡Tapó Cota!

Enner se quiso lucir con un cobro a lo Panenta y Rodolfo alcanzó a rehacerse con un manotazo salvador que mandó todo a tiro de esquina. Valencia no fue perdonado por un Volcán que abucheó su irresponsabilidad y Ferretti tampoco pasó esto por alto. Para el complemento, Eduardo Vargas ocupó el lugar de su compañero.

Con el segundo tiempo en marcha, la polémica apareció de nuevo. Ramos había señalado penalti por una falta de Aquino sobre Quiñones. Vargas estaba listo para ejecutar; sin embargo, desde el VAR le avisaron al juez que no había falta, por el contrario, la infracción fue del propio Luis. El gol tigre seguía sin llegar.

Minutos después, una nueva pena máxima se decretaba por mano de Andrés Mosquera. Esta vez, el videoarbitraje no salvó a León. Vargas y Cota estaban mano a mano. La ejecución llegó y otra vez tapó el meta leonés, aunque para su mala fortuna, el rebote le quedó pleno al chileno para que de cabeza pusiera paridad en los cartones. Tigres lo empataba y lo mejor amenazaba con venir.

Los regiomontanos se volcaron al frente por el tanto de la remontada. Había tiempo para pensar en él y el momento anímico estaba completamente de su lado.

Los minutos corrieron y los locales no encontraban el anhelado tanto del triunfo. De hecho, León estuvo más cerca de conseguirlo, pero Nahuel le detuvo una clara a Macías para apagar el fuego.

Una vez más, Tigres se quedó con ganas de sumar de a tres. Son cuatro empates al hilo y un sinsabor para sus seguidores.

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