POR ABIGAIL PARRA

LA historia en el arco se quebrantará.

Por décadas, Pumas fue semillero de grandes jugadores, de talento nato.

El pasado de la cantera universitaria cuenta el haber dado un sinfín de figuras que hoy en día alcanzaron el grado de ser leyenda. Ya sea delanteros, volantes, defensas y hasta con los porteros, los Felinos se jactaron de ser la mejor cantera del país. Sin embargo, de unos años para acá dicha distinción fue a la baja, varias posiciones fueron las afectadas y solamente la portería se salvó ya que durante décadas conservó la esencia de “egresados” universitarios.

No obstante, hoy todo será diferente porque tras largos años llega a la meta un cancerbero de sangre celeste, con preparación por los rumbos en La Noria: Yosgart Gutiérrez.

El recuerdo se remonta a la década de los 80’ en donde se encuentra una camada de guardametas felinos que defendieron el arco desde los equipos inferiores. Olaf Heredia puso una de las primeras piedras, hizo sus mejores atajadas a finales de los setenta y principios de los ochenta.

Le siguió Humberto Espinoza, quien se colocó los guantes por los años de 1984 y 1985, una historia corta a donde también se uniría Adolfo Ríos, joven guardameta que sus mejores años los escribiría más tarde con el Necaxa.

El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos para que finalmente naciera Jorge Campos, uno de los históricos de la UNAM y del mismo país.

Campos se tatuó el arco universitario durante los noventa, acaparó miradas y afectos de propios y extraños. En su andar fue la mítica figura felina, más allá de que luego jugara de delantero, por lo que su talento daba para muchas labores, como aquella en donde empezó a preparar a su sucesor: Sergio Bernal.

Este último batalló por varios años para alcanzar la titularidad, pues siempre estuvo bajo la sombra del “Brody”, aunque no fue sino hasta el Verano del 2000 cuando se salió con la suya, justo cuando Alejandro Palacios se encaminaría a la cantera felina.

Hoy el tiempo indica que el turno es de Alfredo Saldívar por la lesión del “Pikolín”. Sin embargo, Yosgart llega a “romper” los paradigmas de la tradición universitaria, una importación celeste que reconoce la época dorada de los universitarios, una etapa que no le tocó vivir, pero que vio desde lejos.
“Me siento muy contento por llegar a un institución como Pumas, por lo normal siempre han sido arqueros de cantera”, contesta y se compromete a dar todo de sí desde las faldas de lo que será su nueva casa: El Olímpico universitario.

“Ahora me toca a mí y debo tratar de aprovechar la oportunidad”, expone y asume el reto. “Así será, será una bonita oportunidad y daré todo”.

Con 33 años de edad, Yosgart atestiguó la época de Sergio Bernal y Jorge Campos, igual que Alejandro Palacios, pero el sinaloense lo hizo desde una guarida rival.

“Me gustaba mucho, a quién no le gustaba Campos de niño, era lo mejor”, recuerda, aunque se concentra un poco en los tiempos de los noventa.

“Bernal fue campeón, es de los que más juegos tienen con Pumas. Mi respeto y admiración para los dos”, asevera con una fría mentalidad y los nuevos colores a los que defenderá…

“Uno tiene que ganarse lo suyo y ojalá pueda hacer una carrera larga con Pumas”, finaliza, con la espera de encajar en la institución e historia de uno de los máximos exportadores bajo los tres palos”.