POR RUBÉN RODRÍGUEZ OSORIO

Un fin de semana de contrastes tuvo el piloto mexicano Sergio Pérez en el Gran Premio de Italia, en el que fue de lo ridículo a lo sublime en tan sólo tres días.

En las primeras prácticas en Monza el piloto tapatío ni siquiera había logrado tener registro en una primera sesión, protagonizada por lluvia, cuando a la salida de la chicane de Ascari perdió el control de su monoplaza e impactó contra el muro. El alerón trasero y delantero de su bólido sufrieron daños que provocó que se mostrara la bandera roja en pista.

En la sesión de calificación Checo quedó eliminado en la Q1 debido a una falla mecánica en su Racing Point, que le hizo quedarse sin potencia, un problema de fiabilidad que lo obliga a hacer un nuevo cambio de motor, que lo relegó al puesto 19 en la salida del domingo, pero con las sanciones que hubo el mexicano arrancó desde el lugar 18, lo que representaba un reto que debía desafiar.

ESPECTACULAR REMONTADA

Llegó el momento de la verdad para Sergio Pérez, al perder potencia su equipo tuvo que montar un motor de segunda generación, muy por debajo de los que tiene cualquier escudería, pero que bastó para que demostrara lo buen piloto que es ya que le permitió llegar hasta la zona de una salida poco frecuente para él, pero con la certeza de poder hacer una buena carrera que le permitiera remontar lugares, con la firme convicción de llegar a la zona de puntos.

Desde el arranque, Pérez Mendoza demostró su hambre de triunfo y en la vuelta seis ya marchaba décimo cuarto, más adelante en un despiste de Sebastian Vettel en el que se vieron involucrados varios coches se vio favorecido el mexicano, que avanzó más lugares y poco a poco llegó hasta el séptimo puesto.

A partir del giro 41 Checo se enfrascó en un interesante duelo con el holandés Max Verstappen, a quien contuvo durante las últimas 12 vueltas en las que ya no perdió su posición, lo que el piloto de Red Bull le reconoció ya que siempre fue con maniobras limpias, sin poner en riesgo nada.

SIGUE DEMOSTRANDO

Sergio Pérez sigue demostrando ser “el mejor del resto”, ya que lo realizado en el “Templo de la Velocidad”, en Monza, no es cosa de todos los días y deja claro que el tapatío tiene las manos para aspirar a cosas más grandes y seguir siendo el mejor mexicano en la máxima categoría del automovilismo mundial.

EL DATO

TRES AÑOS MÁS

Un contrato por tres años amarró el piloto tapatío con la escudería Racing Point, con la esperanza de que en ese lapso pueda pelear el podio.

BUSCA LA GLORIA

Un futuro prometedor es el que le espera a Checo en la nueva etapa que inicia con su actual escudería, en la que buscará la gloria de ganar un Gran Premio, y si es en México sería sensacional para el tapatío.

SE AFIANZA CADA DÍA MÁS

Luego de ocho años de su debut en el Gran Circo, Checo se ha afianzado cada día más al grado que no ha batallado por contratarse con alguna escudería, ya que Racing Point le extendió un contrato por tres años.