POR RUBÉN BERISTÁIN

Una nueva era ya comenzó en Cruz Azul. Atrás ya quedó el poder “Forcado” de sabor portugués y ahora un tango bien uruguayo buscará recomponer a una Máquina muy dañada por temas extra futbolísticos desde la destitución del estratega Pedro Caixinha y la llegada de Robert Dante Siboldi al banquillo cementero. Un cambio inesperado que desencadenó una seguidilla de situaciones que pusieron en duda la estabilidad dentro de la institución.

El técnico sudamericano quiere borrar todo lo malo e iniciar con el pie derecho su cuestionada gestión. Son tantos los problemas que rodean a los celestes, que incluso, podrían repercutir en el terreno de juego, pero eso lo quiere impedir Siboldi cueste lo que cueste.

Este viernes será su primer reto en Veracruz. Una aduana que parece sencilla por los 34 partidos sin victoria de los Tiburones Rojos, pero un solo descuido puede convertir una luz de esperanza en la peor de las catástrofes.

El primer cambio del timonel hecho en La Noria fue pronunciado y evidente. El regreso de Rafael Baca fue la principal novedad en la convocatoria de 23 jugadores que realizó para el duelo ante los veracruzanos. El mediocampista volvió a ser considerado, después de que varias semanas estuvo relegado a la categoría Sub-20 de la institución al no ser del gusto del lusitano. El mexicano sólo ha disputado diez minutos del Apertura 2019 y fue hace más de un mes, justo en la jornada cuatro del certamen. Desde entonces fue utilizado en la categoría juvenil, donde disputó tres cotejos, todos como titular y sumó 180 minutos. Baca no perdió ritmo y está listo para saltar como titular.

Así se acabaron los experimentos en La Máquina con el estratega Robert Dante al mando y el chileno Igor Lichnovsky volverá a su lugar en la defensa.

También destacó las inclusiones de los jóvenes Misael Domínguez y Alexis Gutiérrez, de muy poca actividad con el primer equipo. Ahora con un nuevo técnico vuelven sus esperanzas de ganarse un lugar.

No todo fueron buenas noticias y existieron notables ausencias. José Madueña sufrió una microruptura fibrilar en el músculo aductor de la cadera derecha y no pudo ser convocado de último minuto. Javier Salas está recuperado y con alta médica, pero tampoco viajó. Guillermo “Pol” Fernández y Milton Caraglio recuperados de sus molestias, pero serán cuidados para la final de la Leagues Cup del siguiente miércoles ante Tigres. Mientras que Stephen Eustáquio aún tardará un par de semanas más para ponerse a tono y pueda estar bajo las órdenes de su nuevo entrenador.

Todo parece idóneo para volver del Puerto Jarocho con el ánimo renovado y con los tres puntos en la bolsa. Cruz Azul será quien tenga la última palabra.