FOTO: ÉRIK ESTRELLA

Aunque en sus arterias corrió sangre rojinegra, Fernando Quirarte tiene claro su cariño. Chivas, el cuadro que lo formó y lo llevó al Tricolor, tiene apartado el cacho más grande en su corazón. El “Sheriff”, a horas de un Clásico Tapatío más, contó cómo fue su paso por los cuadros antagónicos de Guadalajara: “No sé cuántos jugadores o personas tuvieron o tienen la posibilidad de haber jugado y dirigido a los dos equipos de Guadalajara, acérrimos rivales, pero tuve la fortuna de estar en ambos”, destacó Quirarte en la sala de su casa.

Fernando, con playeras, cuadros y recortes de periódicos, relató ese paso del Rebaño a los Zorros: “Como jugador fue difícil el cambio, pero en ese entonces Chivas me puso transferible, algunos equipos preguntaron por mí, Tecos, UdeG, Monterrey, con varios se platicó, pero no se llegó a ningún acuerdo, surgió Atlas y la directiva pensó que era interesante el traspaso, esa fue la razón por la que me fui al Atlas”, describió.

Como técnico fue al revés, primero guío a los rojinegros y luego al chiverío: “Me da orgullo mi trayectoria. Con Atlas me fue bien, clasificamos a una Liguilla con 32 puntos y fuimos eliminados por Rayados, que luego fue campeón. Con Chivas se logró ser líderes generales, pero nos echó el Querétaro de Pepe Cardozo, para mí, siendo identificado como jugador de Chivas, fue un orgullo que Atlas se fijara en mí para dirigirlos”, reveló.

El “Sheriff” estuvo en Colomos y Chapalita, pero su corazón nunca dejó de ser rojiblanco: “El corazón es de Chivas, el equipo que me vio nacer, me formó; como dicen, ni les debo ni me deben, siempre rendí como profesional”, dijo.

El repertorio de anécdotas es amplio, extenso, sin embargo, Quirarte tiene presente una: “Me acuerdo que uno de mis primos jugó en Atlas a finales de los 70 y principios de los 80. Sergio Quirarte, quien estuvo en la selección, Tecos, Atlas por supuesto, con él se ponían buenas las apuestas, las comidas, las burlas, ese rollo”, contó.

Fernando no tiene la cuenta exacta, pero sabe que, a pesar de ser zaguero, le tocó anotar en esos piques: “Sí, sí, de Chivas para Atlas en varias ocasiones, no recuerdo cuántos, pero al menos 3 o 4, de Atlas para Chivas no, sólo me tocó jugar 3 o 4 partidos”, indicó.

“GUERRA CIVIL”

El Clásico Tapatío, a pesar del paso del tiempo, sigue colocado como uno de los más pasionales, Fernando lo sabe: “En Guadalajara lo llaman la “guerra civil”, es un juego de muchos años, es intenso, de mucha pasión, la gente lo disfruta al máximo, también los jugadores”, comentó.

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Ansiedad, esa es la palabra que siente él y todos los involucrados: “Los clásicos tienen un ingrediente extra, las apuestas están a la orden del día, son juegos que se esperan con mucha ansiedad”, finalizó.