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25, septiembre 2019 - 0:23

┃ Ivonne Almaraz

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POR IVONNE ALMARAZ
FOTOS: LUIS GARDUÑO

Ahí en el centro de la cuna del futbol, a las afueras del primer pabellón femenil en México, el ‘Malena Patiño’ en honor a la madre del presidente del Pachuca, Jesús Martínez Patiño, Lizbeth Ángeles y Viridiana Salazar no logran evitar sentirse las más dichosas de formar parte de las Tuzas. Liz, quien lleva más tiempo en el equipo, se anticipa a la jugada: “Aquí me abrieron las puertas para seguir haciendo lo que más amo, y eso jamás lo voy a olvidar” dice sonriente.

Con nostalgia, la atacante se sincera con el Diario de los Deportistas para compartir sus inicios en el futbol, los cuales la hacen valorar lo que hoy vive: “Cuando tenía 15 años decidí meterme a un equipo más semiprofesional de Pumas, donde obviamente entré becada y con el apoyo del entrenador, porque económicamente no estaba muy bien”, explica.

“Vivía por la salida de Cuernavaca y no tenía ni para los pasajes, así que varias veces pensé en dejarlo todo, pero me gustaba tanto jugar, que no me importaba salirme tres horas antes para irme caminando y llegar a tiempo hasta CU”, revive, mientras Viridiana se levanta emocionada para abrazarla. “Yo sé que si lo crees, trabajas y no desistes, puedes alcanzarlo. Es lo que he aprendido en este tiempo de la mano de Pachuca y la directiva, que cada día te cobijan más para impulsarte a dar lo mejor”, expresa la mediocampista.

Con ocho anotaciones, Salazar pelea el título de goleo individual, pero el crédito se lo da a sus compañeras, aunque si por ella fuera cambiaba las dianas por el título: “Siempre lo he dicho, al final también es trabajo de mis compañeras. A alguien le tiene que tocar empujarlas y ahora me ha tocado a mí, pero creo que mi máxima ilusión es levantar el título con este equipo. Si me dieran a elegir cambiaría todo porque se cumpliera eso”, señala con un semblante serio.

Por su parte, Ángeles no ha tenido la misma suerte al marcar en torneos anteriores, aunque deja en claro que no es un asunto que le obsesione:” Un gol no me define, estoy muy tranquila en esa parte. Creo que si te obsesionas, las cosas no te van a salir y uno al final se desespera dentro de la cancha. Ahorita estoy enfocada en asistir, en ayudar, recuperar el balón. Creo que eso también te hace crecer como jugadora”, comenta.

Cada una tiene su historia, pero si hay algo en lo que coinciden es en amor por los colores de la Bella Airosa: “Somos afortunadas. Ser de las primeras en este equipo, que ya están haciendo historia con un escudo que se defiende. Con todo, siempre será lo mejor”, indica Ángeles.

“La ciudad, la gente, la misma directiva que nos trata igual que a todos los equipos, tanto varonil como de fuerzas básicas, te llenan de mil sentimientos, que solamente quieres dar lo mejor para poner a Pachuca en lo más alto… ahí, donde pertenece”, cierra Salazar.

DE POLICÍA A FUTBOLISTA

Su nombre es uno de los más populares y no pasa desapercibido en el certamen rosa, sin embargo, para Lizbeth Ángeles convertirse en “estrella” no es prioridad: “Gracias a Dios la gente me ha apoyado mucho y aquí al menos ya me conocen, pero te voy a ser sincera, no pienso en ser referente, al contrario, estoy enfocada en motivar e impulsar a las niñas que vienen atrás de nosotras, para que no se rindan ni dejen de lado ese sueño de jugar a nivel profesional”, confiesa con ilusión.

Y es que Liz no olvida que años atrás tuvo que ponerse el uniforme de policía federal para volver a pisar su lugar favorito, una cancha de futbol: “Hace tiempo trabajé como policía, pero básicamente entré por el equipo de futbol que tenían”, comenta llena de nostalgia.

“Ahí estuve cuatro años. Entré como cualquier trabajador, me dieron prestaciones y tenía mi sueldo como tal, pero a mí lo único que me gustaba era que podía ser parte del equipo que se llamaba investigadoras de la policía federal”, añade sonriente.

Su antiguo empleo le permitió ser parte de varias competencias nacionales, las cuales gracias a su talento y esa magia que posee en los pies, la llevaron a jugar dos mundiales, donde confirmó que su amor por el futbol iba más allá de un hobby: “Me tocó ir a Irlanda y Virginia, iba muy emocionada, porque llegas a ver en la tele lo que son este tipo de competencias, pero cuando me tocó ya estar ahí en el centro de la cancha, me enamoré más de este deporte y supe que no era solamente un pasatiempo, pese a que no estaba jugando en un equipo profesional”, relata la hidalguense.

Más tarde le llegó la invitación de Pachuca para unirse a la escuadra de Eva Espejo y participar en el torneo de Copa previo al arranque oficial de la Liga, el cual terminó de convencerla para cambiar la macana por unos tacos: “No voy a mentir, sí tenía mis dudas, porque cuando me dijeron no sabía si iba a funcionar o no y terminaría perdiendo un trabajo serio”, explica mientras revive ese momento.

“Pero esa semana que duró la Copa viví todas las emociones que pude y abrí los ojos para ver que no era solamente un sueño, sino que todo ya se estaba volviendo realidad, que eso de tener una Liga Femenil a nivel profesional ya estaba hecho. Fue ahí que también mi mamá me ayudó a elegir entre hacer lo bueno o hacer lo que me apasionaba”, menciona con un semblante alegre.

MOTIVACIÓN ABSOLUTA 

El amor de una madre no se compara con nada y eso lo tiene claro Viridiana Salazar, quien alegre mientras posa para lente del ESTO confiesa que su peculiar celebración cada que anota está dedicada a su mamá: “Cada que se me da marcar un gol lo primero que hago es mandar un beso o una señal como si llamara por teléfono trato de decirle que la quiero mucho, que en verdad la extraño y que ahí con todas mis locuras estoy cumpliendo mis sueños gracias a ella”, expresa al tiempo que nos enseña su festejo.

Con apenas 21 años de edad, la mediocampista aseguró que su madre es y será siempre su mayor inspiración, puesto que jamás desistió para que pudiera convertirse en futbolista profesional: “Vivo con ella desde los siete años y ha sido mi motor, la que ha sacado adelante a mis tres hermanos y a mí. Desde que tengo memoria nunca ha dejado que botemos nuestros sueños, sino al contrario cada que puede porque lo hace hasta el día de hoy, se acerca para hacernos ver que debemos perseguir lo que nos hace feliz y así es como gracias a sus consejos, apoyo y confianza en mí estoy aquí”, dice conmovida.

Hace casi tres años que Viri tomó su maleta para unirse a las de la Bella Airosa, y pese a que ya es una de las piezas fundamentales en el once titular de Espejo, no olvida sus orígenes: “Siempre es difícil dejar tu casa. Sé que acá me recibieron con los brazos abiertos, pero no puedo evitar de vez en cuando recordar mi lindo Quintana Roo”, señala.

Ya más suelta en la plática Salazar aprovecha para agradecerle a su mamá por forjarla y que la vida de ‘independiente’ le sea más fácil: “Muchas veces cuando nos piden hacer algo en casa nos da flojera o andamos rezongando, sin saber que al final del día nos ayudan, por eso de verdad quiero agradecerle a mi mami ya que me ha hecho fuerte en todos los aspectos, tanto dentro como fuera de la cancha”, expresa.

Metida en la carrera de Educación Física, descarta que le interese convertirse a futuro en Directora Técnica: “No es algo que me llame mucho la atención. Ahorita estoy con esto y enfocada en trabajar con niños y enseñarles un poquito de lo que he aprendido”, concluye

PERFILES

NOMBRE: Esbeydi Viridiana Salazar Suaste
LUGAR DE NACIMIENTO: Quintana Roo
EDAD: 21 años
POSICIÓN: Mediocampista
DEBUT: Pachuca vs Pumas, viernes 28 de julio del 2017

SUS NÚMEROS

11 JUEGOS JUGADOS

11 JUEGOS DE TITULAR

929 MINUTOS DISPUTADOS

9 GOLES

NOMBRE: Lizbeth Ángeles Mercado
LUGAR DE NACIMIENTO: Ciudad de México
EDAD: 29 años
POSICIÓN: Delantera
DEBUT: Pachuca vs Pumas, viernes 28 de julio del 2017

SUS NÚMEROS

11 JUEGOS JUGADOS

11 JUEGOS DE TITULAR

972 MINUTOS DISPUTADOS

2 GOLES