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27, septiembre 2019 - 2:28

┃ Rubén Beristáin

Oribe Peralta

Fotos: Cuartoscuro

Lo más “hermoso” para un delantero es marcar goles por doquier. No importa la distancia, tampoco la estética, mucho menos la forma, mientras el balón enamore a las redes siempre quedará contento y lleno de júbilo.

Oribe Peralta lo vivió una y otra vez con América. En total fueron 74 festejos. El éxtasis azulcrema aún corre por sus venas y tal parece que esa situación le ha impedido realizarlo ahora con el uniforme antagónico de la historia. Una maldición águila impide la celebración del atacante, ahora con Chivas.

Y es que actualmente atraviesa una “horrible” sequía de gol. Un aniversario que nadie quiere presumir en su carrera. Ha pasado más de un año, exactamente 369 días, desde la última vez que lo logró y fue precisamente con el uniforme de su rival de este fin de semana. Con los rojiblancos no ha marcado ni por error en los ocho partidos que ha jugado.

El 21 de septiembre de 2018, cuando el cuadro azulcrema visitó La Angelópolis, fue el último grito de un hombre, que, si bien tardó en entrar en el mapa, pero gracias a su esfuerzo y pundonor que siempre lo han caracterizado, logró hacer y así escribió su nombre con letras de oro en el futbol mexicano.

Es cierto que dentro de ese tiempo existió una lesión que lo alejó por varios meses de las canchas; sin embargo, la racha no se detiene. 907 minutos con América y 424 con Guadalajara lo que da una catastrófica suma de 1331 minutos sin anotar.

A pesar de la sequía, el estratega Tomás Boy lo pidió, avaló su llegada y festejó el arribo de Peralta con el Rebaño Sagrado. “Oribe es el mejor delantero mexicano en los últimos diez años, es un jugador de mucha experiencia, es lo que necesitamos”, expresó el entonces ‘Jefe’.

El atacante fue titular con los rojiblancos durante cinco fechas consecutivas al inicio del torneo, sumó 408 minutos, pero el júbilo no llegó, lo que finalmente ocasionó su suplencia en los últimos cotejos dónde sólo ha jugado 16 minutos de los últimos 270 con Guadalajara. Se perdió duelos de alta trascendencia y no tuvo actividad ante Cruz Azul ni tampoco en el Clásico Tapatío contra Atlas. El veterano de 35 años vive la agonía y amargura desde el banquillo. No tiene de otra.

Los más felices de esta situación son los aficionados del América. En redes sociales se han pronunciado en gran número y las burlas no han cesado. La salida de uno de sus referentes de los últimos tiempos todavía duele y ellos se regocijan por la situación que atraviesa el goleador.

Es así como Oribe Peralta vive el peor de los aniversarios. Ante su ex equipo querrá apagar la velita y todas las críticas a su alrededor. Será su momento para buscar un hermoso regreso con el gol.