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28, septiembre 2019 - 10:32

┃ Alejandro Alfaro

aficion

Este fin de semana viviremos una nueva edición del Clásico Nacional. América y Guadalajara se verán las caras en el estadio Azteca con una tribuna seguramente dividida entre los colores azulcrema y rojiblanco, aunque no solamente la grada del Coloso de Santa Úrsula tendrá los afectos divididos, ya que, al tratarse de los dos equipos más populares de México, el país entero estará al pendiente de lo que suceda en este choque.

Desde hace muchos años, el Clásico Nacional es la rivalidad por excelencia del futbol mexicano, y es que no solamente se trata del arraigo de estas instituciones, también están frente a frente los dos cuadros más ganadores en la historia del balompié nacional. Las Águilas con 13 Ligas y el Rebaño con 12, han tenido en disputa la grandeza desde hace mucho tiempo.

Sin embargo, más allá de los blasones y el linaje, existen dos filosofías perfectamente bien establecidas. Por un lado, el americanismo, orgulloso de sus glorias, de la polémica que los envuelve, de las figuras que han constituido su legado y de no tener medias tintas, “odiados o amados” es como se saben, cosa que presumen.

Del otro lado, el sentimiento de pertenencia hacia lo mexicano es la bandera que distingue a los llamados “Chivahermanos” por encima de cualquier otro aspecto. El hecho de haberse consagrado como un histórico nacional con puros jugadores nacidos en territorio mexicano, infla el pecho del pueblo rojiblanco y más a la hora de enfrentarse a las Águilas, que desde hace mucho ha apostado por las figuras extranjeras apuntaladas por algunos mexicanos.

Si bien es cierto que los futbolistas son los mayores protagonistas del juego, los aficionados son los que viven día a día la pasión por sus respectivas camisetas y defienden en el barrio, sus escuelas o trabajos, la filosofía adquirida en el momento que se decantaron por un equipo para toda la vida.

A sabiendas de eso, el Diario de los Deportistas conversó con aficionados de América y Guadalajara para conocer cómo conciben el sentimiento por sus colores a partir de lo que sus clubes proyectan y qué es lo que hace la diferencia del rival de toda la vida.

EL ORGULLO DEL AMERICANISMO

En una de las trincheras, la que se pinta de azul y crema, los hinchas no tienen duda en subrayar lo que América representa para ellos, así como el gusto que tienen de saberse seguidores de un equipo ganador, tal y como lo comentó Carlos Brasi, quien no dudó en enaltecer a su equipo en lo más alto.

Para mí, América es el equipo más importante de todo Norteamérica, uno los más relevantes de todo el continente y el más exitoso de este país”, comentó, al tiempo de agregar que, para él, el americanismo es un enfoque de vida y una manera de encarar la misma.

“Ser de América es una perspectiva. Una forma de afrontar el día a día, el siempre querer sobresalir, ganar todo y pelear todo. Estar en el ojo del huracán en todos los ámbitos de la vida”, afirmó.

A la hora de confesar qué es lo que hace sentirse diferente de los seguidores de Chivas, Carlos expuso que mientras los rojiblancos gustan de lo popular, los azulcremas no piensan en otra cosa que no sea ganar y exponer el orgullo que sienten por su camiseta.

“Lo que diferencia a la gente de América de la de Chivas es que la de Guadalajara se deja ir por lo popular, por lo que le gusta a la masa. La gente de América es la que está acostumbrada a ganar todo, a pelear todo y siempre estar en la controversia. Es la persona que camina orgullosa de sí, de pertenecer a un grupo importante de personas que llevan las mismas ideas”, manifestó.

EL REBAÑO ES TRADICIÓN

En contraparte, y con el amor por Guadalajara a flor de piel, Alonso López le contó a ESTO el misticismo que encuentra en las Chivas y el “Puros Mexicanos” como estandarte.

Chivas es un equipo tan grande, místico y de tradición, que te atrapa por la particularidad de representar al pueblo mexicano, de decir que yo puedo estar ahí y jugar en Chivas. Es creer en lo que representa; gente de esfuerzo, de trabajo y que día a día se levanta y quiere lo mejor. Guadalajara exige darlo todo sin importar quién y contra quién. Se pelea y se compite contra quién sea”, resaltó.

Y es que ser del Rebaño, para Alonso, es una tradición que se transmite y un sinónimo de la cultura mexicana.

Es una tradición, algo que se transmite, que te inculcan y te enseñan a amar. Escuchas el himno y contra quien sea vas a ir a pelear y competir. Ves a 11 paisanos que van a luchar con todo porque tienen la fortuna de jugar ahí. Ser de Chivas es pelear contra todos los que te desacreditan y te pelean, nos dicen xenófobos y cualquier cantidad de tonterías. Chivas es un enaltecimiento de la cultura mexicana. Es un orgullo para todos”, expuso.

Al final, el aficionado manifestó lo que, a su parecer, hace diferentes a los “Chivahermanos” de los americanistas.

Es nuestro Clásico, no hay más. Chivas es un conjunto más tradicional y de familia; América tiene su parte de afición, pero hay que decir que ellos tuvieron una maquinaria gigante como fue su televisora y eso es un impulso muy grande y se refleja. Si a Televisa lo conocen en todo el mundo, tendían que dar a conocer su producto. En ese sentido nos diferenciamos porque Chivas ha peleado por lo que tiene. Además, los de América son más engreídos, dicen que los amas o los odias y yo no sé qué tanto. Nosotros somos más de tradición”, cerró.

Con las dos filosofías explicadas desde el punto de vista de los aficionados, el Clásico se puede entender como el cotejo más importante de la Liga. A final de cuentas, el partido es de la gente y así lo hacen sentir en México y Estados Unidos.

Dicho esto, como el Súper Clásico, en México, no hay dos.

EL APUNTE

De acuerdo con la Consulta Mitofsky, América posee un 32.1 por ciento de aficionados en toda la República mexicana. Mientras que el Guadalajara cuenta con el 16.2.