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29, septiembre 2019 - 20:57

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NOTA-VERACRUZ

Veracruz.- Tal parece que Veracruz y la palabra victoria ya no van de la mano. Cuando todo era alegría en el estadio Luis “Pirata” Fuente, un golazo de Giovanny León cambió la historia y continuará la agonía de Veracruz.

Bryan Carrasco ilusionó, pero todo fue en vano. Un joven de 19 años arruinó la fiesta en el Puerto Jarocho y los escualos llegaron a 38 partidos sin triunfar en la Liga MX. Ricardo La Volpe y Toluca estuvieron cerca del ridículo más grande de su historia, pero al final suspiraron. La maldición jarocha seguirá y el bigote seguirá en su puesto.

EL JUEGO

El duelo entre escualos y escarlatas inició sin contratiempos. En la semana se habló sobre una posible protesta de los jugadores veracruzanos por la falta de pagos que viven, pero todo transcurrió con normalidad. La única pausa fue el minuto de silencio por el fallecimiento de José José. La queja no llegó.

El festejo de terror en el Puerto Jarocho dio inicio y es que no todos los días se cumplen 400 días sin victoria, ayer sucedió. A pesar de ser el festejado, los escualos se sintieron incómodos en su trinchera y cedieron el dominio al invitado rojo.

Toluca quiso aprovecharse de la situación. Felipe Pardo fue el hombre más incisivo de la causa visitante, pero Sebastián Jurado, además de la mala fortuna del ofensivo colombiano, impidieron la apertura en el marcador.

La afición jarocha no se aguantó más y se reveló. En un Luis “Pirata” Fuente semivacío se pudieron ver algunas mantas con reproches hacía el equipo. “Ganen por dignidad”, “La afición se respeta” y “suden la camiseta huev…”, relucieron alrededor del inmueble. El orgullo jarocho está herido y se notó por todos lados, hasta cuando la seguridad censuró la libertad de expresión.

El ambiente se volvió tenso. Con ese cúmulo de reproches y silbatinas, fue como los Tiburones Rojos reaccionaron y quisieron destrozar las esperanzas mexiquenses. Daniel Villalba insistió en más de una ocasión, pero no pudo hacer la diablura. Ángel Reyna fue el más peligroso, pero tampoco pudo. La peor ofensiva del certamen confirmó su posición.

La primera parte fue dantesca y careció de brillo, fiel reflejo del presente de ambos conjuntos.
La parte complementaria no cambió y el letargo continuó, sin embargo, el Rey de los mares afiló sus colmillos y realizó la travesura. La insistencia jarocha tuvo su recompensa y hasta el VAR los ayudó. Bryan Carrasco se plantó desde el punto de penalti y el nerviosismo corrió por sus venas. El disparo lo atajó Alfredo Talavera y por un segundo el estadio enmudeció, pero en el rebote, el chileno marcó y la fiesta se desbordó en Veracruz.

El cuadro jarocho festejó como hace más de un año no lo hacía. Las lágrimas aparecieron en algunos jugadores y no era para menos. Pero de la alegría pasaron a la tristeza. Giovanny León con un golazo de antología arruinó la fiesta jarocha y el mar de la agonía seguirá.

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