El objetivo no ha cambiado. El famoso quinto partido en una Copa del Mundo se le niega a la Selección Mexicana edición tras edición y parece que es una historia sin fin. Siempre se termina en el “ya merito”. Esa fue una de las principales razones de la llegada de Gerardo Martino al banquillo Tricolor. En Sudáfrica 2010, el timonel argentino llevó a Paraguay más allá de lo que se pensó y sorprendió al mundo. Ahora, es la tarea que tendrá como meta principal con el conjunto azteca. En entrevista exclusiva para TUDN, el Tata aseguró que no cree en maldiciones y sabe que hasta la suerte puede influir.

“Lo del quinto partido es de lo más casual. Depende hasta de la suerte en el sorteo. Lo que se tiene que mejorar es el nivel de futbol para que la Selección sea más fuerte y pueda llegar lo más lejos posible. Con Paraguay también se necesitaba pasar esa línea de octavos. No nos equivocamos en la primera fase y dejamos fuera a Italia. Al llegar primeros, nos tocó Japón. Esto es más casualidad, que una búsqueda incompleta. México está en la posición como para hacer un reacomodamiento para que tengamos muchos más argumentos”, expresó el técnico para el medio antes citado.

Es por eso que la prioridad para el estratega sudamericano es enfrentar a las mejores selecciones del mundo, sin importar resultados. El 10 de septiembre pasado, el Tricolor enfrentó a una Argentina sin Lionel Messi. A pesar de la ausencia del astro del Barcelona, la Selección Mexicana cayó de forma estrepitosa (4-0). A Martino le gustan los grandes retos y está consciente que, para superarlos, se deberá acostumbrar a jugar contra ellos, no hay otra manera. Sin importar marcadores, aseguró que no era para un resultado tan abultado en su contra. “Saber jugar contra las grandes potencias es una cuestión de acostumbramiento y mientras pasa seguramente vamos a perder, pero lo haremos y aprendemos. En la cancha no debemos dejar de atrevernos por miedo a correr riesgos. Lo que tenemos que hacer es no equivocarnos; perfeccionarnos. El partido contra Argentina es inexplicable desde el resultado. Hay quince minutos que era el partido que teníamos que prolongar durante todo el tiempo reglamentario. Tomamos el protagonismo y errores puntuales marcaron el desarrollo del partido. Nadie imaginó ese resultado”.

Tenemos el nivel para sacar adelante a México: JJ Macía

Gerardo, así como sus antecesores, ya vivió en carne propia las famosas fiestas de los seleccionados. Pero no es algo que le preocupe, ni siquiera se inmuta porque confía en sus pupilos en cómo llevar su vida personal para que no afecte en su rendimiento dentro del campo. “Los jugadores deben saber qué y cómo actuar en su tiempo libre. A mí me contrataron con un silbato y una gorra, no con un disfraz de niñera. Aconsejo, pero nadie puede estar al tanto de todo ni influir en la responsabilidad personal de los demás”, remató.