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1, octubre 2019 - 20:28

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alberto salazar

Después del calor sofocante y la falta de público, el Mundial de atletismo de Doha despertó este martes con una nueva polémica, tras conocerse la suspensión por parte de las autoridades antidopaje del entrenador estadounidense Alberto Salazar, que cuenta con siete de sus atletas compitiendo en Catar.

El foco mediático y la sombra de la duda se posa ahora sobre ellos, empezando por la holandesa nacida en Etiopía Sifan Hassan, que protagonizó una última vuelta espectacular el sábado para coronarse campeona mundial de los 10.000 metros.

Por el momento, el Mundial de Doha amaneció con la convulsión de la noticia de los cuatro años de suspensión decretados por la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA), a lo que siguió el anuncio de la Federación Estadounidense de Atletismo (USATF) de que solicitaba que se retire la acreditación para el Mundial en curso al técnico de 61 años nacido en Cuba, preparador en el pasado del británico Mo Farah. La Federación Internacional (IAAF) accedió a esa solicitud.

Paola Moran estuvo muy cerca de la gran final

Alberto Salazar, que en los años 1980 ganó tres veces el maratón de Nueva York y una el de Londres, fue suspendido por “organización e incitación a una conducta dopante prohibida”, según indicó en un comunicado el lunes la Agencia Antidopaje Estadounidense.

Las acusaciones contra Salazar son tráfico de testosterona, inyecciones a sus atletas de un complemento (L-Carnitina) por encima de la dosis autorizada e intento de entorpecer el trabajo de la USADA en su búsqueda de información.

Junto a Salazar también se suspendió cuatro años a Jeffrey Brown, un endocrino de Texas que trabajó puntualmente con el entrenador.

– Farah y el ‘Oregon Project’ –

Alberto Salazar es el cerebro del ‘Oregon Project’, un grupo de entrenamiento de alto nivel con base en el noroeste de Estados Unidos y financiado por la marca deportiva Nike.

En el pasado, Salazar fue especialmente conocido como entrenador de Mo Farah, cuatro veces oro olímpico y seis veces oro mundial entre los 5.000 y los 10.000 metros.

“Estoy aliviado con que (la Agencia Antidopaje Estadounidense), después de cuatro años, haya acabado su investigación sobre Alberto Salazar. Ha habido un veredicto y estoy contento con que por fin haya una conclusión” para este asunto, añadió Farah, que reafirmó que no tiene “ninguna tolerancia con los que contravienen el reglamento”.

Farah, que prepara actualmente la defensa de su título en el maratón de Chicago (13 de octubre), es uno de los grandes ausentes del Mundial de Doha.

 


Formó parte del grupo entrenado por el técnico entre 2011 y 2017, junto a figuras como los estadounidenses Galen Rupp (doble medallista olímpico, plata en 10.000 en 2012 y bronce en maratón en 2016) y Matthew Centrowitz (campeón olímpico de 1.500 metros en Rio-2016).

Además de la holandesa Sifan Hassan, que tiene previsto buscar también el título en 1.500 metros, hay otros nombres destacados de atletas de Salazar presentes en Doha-2019.

“Estoy conmocionada por la decisión de hoy (…) Esta investigación se refiere a una época anterior a mi llegada al Oregon Project, así que no tiene nada que ver conmigo”, destacó Hassan en un comunicado.

Es el caso de los estadounidenses Clayton Murphy (bronce olímpico en 2016) y Donovan Brazier, ambos clasificados para disputar este martes la final de 800 metros.

Tienen previsto además entrar en liza el etíope Yomif Kejelcha (10.000 m), la alemana Konstanze Klosterhalfen (5.000 m), la australiana Jessica Hull (1.500 m) y el estadounidense Craig Engels (1.500 m).