POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.

LA vida de la piragüista Karina Alanis en el deporte, comenzó como un juego.
Ella quería ser músico. Y la guitarra fue su compañera durante un tiempo.
Romántica e hiperactiva, simulaba estar en un escenario cantando, bailando, sentir el aplauso del público, de las luces y los flashes.
Pero un día, su mundo en el espectáculo cambio drásticamente al encontrarse Karina en una laguna, en su natal Nuevo León.
Sin pensarlo se subió a una canoa, la cual, desde hace nueve años la ha llevado a recorrer muchos espejos de agua, además de que ha subido al podio de honor por sus actuaciones en competencias Centroamericanas y Panamericanas.
“Soy kayakista desde hace 9 años. Comencé a practicar este deporte por invitación de una vecina. Y desde el primer día que fui al club, me gustó mucho porque es algo diferente que, además de mejorar nuestra salud, nos permitía estar en contacto con el medio ambiente”.
Así se expresa Alanis Morales al hacer un recuentro de sus inicios en esta disciplina.
Siempre con la sonrisa a flor de piel, aunque algunas desavenencias han estado en su persona, ella sigue al pie del cañón su aventura deportiva.
Forma parte de la selección nacional desde el 2006.
“Ahí comencé a hacer amistad con mi ahora compañera de bote y amiga Maricela Montemayor, con quien he recorrido infinidad de lugares y buscando siempre poner a México en lo más alto”.
Con un tercer lugar mundial en el K-2, Karina espera está clasificada a los Juegos Panamericanos de Toronto.
“Este año ha sido muy importante para mí, porque aprendí muchísimas cosas. Tal vez los resultados no fueron como los que me planté, pero cada competencia me ha hecho crecer como atleta, lo cual seguro me servirá para las próximas competencia”.
Son nueve años que viste los colores tricolores, que ha superado barreras con valentía y coraje.
Mujer tenaz, inteligente, sin barreras, buscando llegar a ser la mejor en el canotaje.
“Cierro un año con sentimientos encontrados. Pero contenta de culminar con la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Veracruz fue un escenario maravilloso donde surgieron más esperanzas y sueños, en la prueba de k-2, en los 500 metros. Y con esas ilusiones deberé afrontar todo lo que viene”.
Por eso, para este 2015 espera ser la máxima rival a vencer.
“El próximo año es muy importante para nosotras porque se comienzan a repartir plazas para Juego Olímpicos. Y claro que junto con Maricela, queremos llegar lo mejor preparadas para competir por una de ellas”.
Aunque primero tendrán los Panamericanos de Toronto, donde competirán tanto en singles como en el doble.
Por lo que poco a poco está dejando este 2014 partir y recuperar esa sonrisa que muestra como un desafío a sus rivales.
“Sólo me queda disfrutar estos últimos días con nuestra familia, de la que muchas veces estoy alejada. En enero comenzará la primera concentración en Villas Tlalpan, y después en Tampico, en el mes de febrero, esperando seguir bajando los tiempos que nos lleven a Río de Janeiro”.
Y aunque la guitarra la mire con nostalgia, ella sabe que en el canotaje la espera el trono de honor mundialista.