POR RUBÉN BERISTÁIN

¡El descanso terminó! Los jugadores de Cruz Azul recibieron cuatro días de mini vacaciones tras la goleada que le propinaron al América el sábado pasado y fue así como aprovecharon al máximo la Fecha FIFA. Todo fue merecido, pero el trabajo continuó de cara al duelo de la fecha 14 ante Monarcas Morelia.

Serán nueve días de trabajo intenso en esa búsqueda de seguir en la suma de unidades para conseguir un boleto a la fiesta grande del futbol mexicano. Aun les faltan 15 puntos en disputa e irán por todos, aunque les espera un difícil calendario con rivales de la talla de Tigres, León y el sublíder Santos.

La Máquina tuvo cuatro ausencias en el entrenamiento de ayer. Stephen Eustáquio fue convocado por primera vez en la Selección de Canadá para el duelo ante Estados Unidos en la Nations League; Jonathan Rodríguez fue llamado por Óscar Washington Tabárez para el cotejo de Uruguay ante Perú, donde el Cabecita será el referente charrúa tras las bajas de Luis Suárez y Edinson Cavani; y Roberto Alvarado fue requerido por el seleccionador Gerardo Martino para los partidos de la Selección Mexicana ante Bermudas y Panamá.

El Peruano Yoshimar Yotún tampoco se le vio ya que sufrió una lesión en el músculo bíceps femoral y estará de tres a cuatro semanas sin actividad. Es la única mala noticia en el campamento cementero.

PRÁCTICA A TOPE ENTRE ALEGRÍA CELESTE

El ambiente fue inmejorable. Entre un gran humor y sonrisas por cada rincón, la práctica dio inicio. Antes de ello, el estratega Robert Dante Siboldi reunió a todo su plantel en un círculo y les expresó algunas palabras de motivación. Tras un sonoro aplauso de sus pupilos, la intensidad empezó.

El trabajo fue físico. El preparador Pablo Sanguinetti ordenó una serie de ejercicios para entrar en calor. Abdominales, sentadillas, lagartijas, extensiones, flexiones y elevaciones fueron la constante por un lapso de 20 minutos. Sin ninguna queja, los jugadores aceptaron gustosos.

Tras la calistenia, los porteros se apartaron y se juntaron con Óscar Pérez. Uno de los máximos símbolos en la historia celeste estuvo atento a todo lo realizado por Jesús Corona, Guillermo Allison y Andrés Gudiño.

Los jugadores de campo empezaron a trabajar con el balón, algunos pases cortos en espacio reducido fue la primera ejecución.

El estratega charrúa entró en acción. Separó a su plantel en dos grupos, unos portaron la tradicional ropa de entrenamiento en color blanco y otros usaron una casaca naranja. La tarea fue mantener la posesión de balón por el tiempo más prolongado posible con toques de primera intención. Siboldi repartió gritos e indicaciones con esa garra que lo caracteriza.

El grupo formado por Orbelín Pineda, Pablo Aguilar, Javier Salas, Bryan Angulo, Juan Escobar, Edgar Méndez, Guillermo Fernández, José Madueña y Martín Cauteruccio fueron quienes ganaron la dinámica.
Mientras que el que fue armado entre Santiago Giménez, Adrián Aldrete, Misael Domínguez, Igor Lichnovsky, Alexis Gutiérrez, Rafael Baca, Julio César Domínguez, Elías Hernández, Milton Caraglio no tuvieron tanto la redonda en su poder.

En el caso especial del español Édgar Méndez y el uruguayo Martín Cauteruccio, con un pie fuera de la institución y con poca actividad en el primer equipo, se les vio con gran ánimo y en disputa de cada esférico. Los refuerzos Bryan Angulo y Guillermo Fernández mostraron gran ímpetu en su afán de llenarle el ojo a Robert Dante para tener mayor participación.

Todo fue felicidad en los rumbos de La Noria. El triunfo ante las Águilas no se olvidara y puede ser el envión anímico que necesitaba Cruz Azul para ser considerado como uno de los favoritos al título. Hasta ahora, todo sigue en sus manos.