POR ALMA ROSA CAMACHO

NINÓN Sevilla, una de las famosas rumberas y la original “Aventurera” de la época de oro del cine nacional, murió en la tarde de ayer a la edad de 93 años, víctima de un paro cardiaco-respiratorio a consecuencia de sus males hepáticos, tras estar internada durante una semana en un hospital capitalino. Le sobrevive su hijo Genaro, quien recibirá las condolencias hoy en una agencia funeraria.
De nombre real Neé Emelia Pérez Castellanos, vio la primera luz en La Habana, Cuba, el 10 de noviembre de 1921. Se forjó en México como una gran bailarina, actriz e intérprete en el género musical de las rumberas, con el que llegó a figurar en el cine mexicano como “El ciclón del Caribe” y quien embelesó a los productores por sus espectaculares piernas.
A través de las historias fílmicas en que intervino desde el año 1946 con “Carita de cielo” y la “Aventurera” original cinematográfica, hizo papeles de mujer “mala, mala”, y sin embargo no dejó de ser la heroína situada en un cabaret, a quien la pobreza la orilló a llegar a ese panorama de su vida trágica, y por ende no permitirle a otra mujer, sobajarla o quitarla de en medio.
Compartió créditos en la industria del cine con sus homólogas Rosa Carmina, María Antonieta Pons, Amalia Aguilar, Meche Barba y la de bailes exóticos Yolanda Montes “Tongolele”, en más de una treintena de cintas.
Ninón fue una de las figuras que inundó el cine de belleza, caché latino y sorpresa con sus envidiables piernas. Tras 31 películas del cine de oro mexicano, traspasó el teatro, la televisión en telenovelas, siendo la más reciente “Qué bonito amor”, de Salvador Mejía, en el 2012, aunado a presentaciones personales en Estados Unidos y México, en sus tiempos mozos.