FOTO REUTERS

Wisconsin.- Con Aaron Rodgers nunca se sabe, y lo volvió a demostrar en el mítico campo del Lambeau Field.

El estelar pasador de los Empacadores de Green Bay le sacó un juego cardiaco a los Leones de Detroit, a quienes vencieron 23-22 en el cierre de la Semana 6, para afianzarse en la cima de la división Norte de la Conferencia Nacional.

Un gol de campo con dos segundos por jugar de Mason Crosby consumó la remontada de unos Empacadores, que a pesar de no haber dado un gran partido, tienen el arma secreta para cortar una seguidilla de dos derrotas consecutivas en casa ante los Leones.

EL JUEGO

El trabajo de Matt Patricia es incuestionable. A priori, llegaron como víctimas al Lambeau Field y se quedaron a minutos de salir con la victoria.

Un arranque espectacular en ambos costados del emparrillado encaminó a los Leones lo que parecía un triunfo muy importante dentro de su división. Y todo inició con un bombazo de Matthew Stafford a manos del explosivo Kenny Golloday. Aunque no lo pudieron transformar en touchdown, le sirvió para tomar ventaja gracias al primer gol de campo en la noche de Matt Prater.

La defensiva contuvo los intentos de Aaron Rodgers y del propio Aaron Jones, quien además de cometer un ‘fumble’, era incapaz de mover las cadenas por la vía terrestre. Quien sí lo hizo fue Kerryon Johnson, corredor de Detroit, al registrar un acarreo de una yarda hasta la zona prometida justo a la mitad del primer cuarto.

La visita llegó a sacar ventaja de 13-0, pero sobre el final de la primera mitad los Empacadores respondieron con diez puntos en fila para meterse en la pelea. Apenas en la primera serie del complemento Mason Crosby igualó la contienda con un gol de campo de 48 yardas, y lejos de poner nervioso a la visita, los impulsó para volver a tomar el control de las acciones.

Prater consiguió tres goles de campo en fila, incluidos dos de más de 50 yardas. Parecía que el encuentro estaba decidido, aunque con Rodgers nunca se sabe. El estelar quarterback de los “cabezas de queso” respondió con una gran serie ofensiva de 79 yardas en poco más de tres minutos y que culminó en el touchdown de Allen Lazard.

Una vez más Aaron tuvo el balón con poco más de cuatro minutos por jugar, con la obligación de por lo menos anotar un gol de campo para consumar la voltereta, y lo consiguió ayudado por un castigó que cometió Detroit y que a la postre evitó que tuvieran una última serie ofensiva.

Rodgers terminó con 24 pases completos para 283 yardas, dos touchdowns y una intercepción, respaldado por las 104 yardas terrestres de Jamaal Williams.