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Mira

15, octubre 2019 - 1:31

┃ Rubén Beristáin

nota-jimenez

Era una noche complicada para la Selección Mexicana. El Coloso de Santa Úrsula vivía el penúltimo partido del Hexagonal Final rumbo al Mundial de Brasil 2014 y una victoria ante Panamá era más que obligada. A 10 minutos del final, los canaleros complicaron el panorama, todo se derrumbó en un segundo y México vivió por unos instantes la más horrible de sus pesadillas. El boleto a la justa mundialista estaba completamente perdido.

Cuando todo era tristeza y oscuridad, apareció una luz inmensa que brilló en el momento más inesperado. Fue una genialidad, una jugada sacada de otro partido, no pudo ser de otra forma. Absolutamente nadie lo imaginó, mucho menos Raúl Jiménez. El atacante se alzó por los aires y con una estupenda pirueta prendió el esférico y enamoró a las redes con su portentoso remate. ¡Goooooool!

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El éxtasis fue mayúsculo. El estadio Azteca explotó en júbilo con uno de los tantos más hermosos en la historia del recinto, no sólo por la ejecución, sino también por el significado y trascendencia. ¡La anotación de su vida!

Una bien facturada chilena dejó atónitos a todos. Felipe Baloy y Román Torres quedaron perplejos, no tuvieron oportunidad de impedir el disparo. El cancerbero Jaime Penedo fue un espectador más. El esférico entró sin contemplaciones. Fue el gol del triunfo mexicano, tres puntos de auténtico oro que otorgaron el repechaje, mismo que se ganó ante Nueva Zelanda.