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18, octubre 2019 - 20:14

┃ ESTO en línea

Tibu-vs-Tigres

CRÓNICA

Por Javier Juárez

Veracruz.- ¿Y la unión? ¿El hastag #HOYXMIMAÑANAXTI?, Veracruz está solo.
Los Tiburones Rojos solicitaron la ayuda del campeón en su protesta contra los adeudos que casi los extinguen, sin embargo, Tigres les dio la espalda.
Los felinos vieron a una presa indefensa, desahuciada y sin tenerle lástima, la atacó y devoró.
Los escualos estuvieron inmóviles en el inicio del juego, esperaron el arropo del rival, sin embargo, Luis Rodríguez y André-Pierre Gignac, desde lejos, con Sebastián Jurado hecho roca como si hubiera mirado a la Medusa, enseñaron que echarle una mano a sus colegas, no estaba en el libreto.
El francés llegó a cien rugidos en liga, pero fue lo de menos.
Con su rival herido y sin cabeza para jugar, Eduardo Vargas amplió el castigo.
El resto de la batalla no tuvo que ser contada. Colin Kazim anotó, pero sólo sirvió para provocar algunos aplausos de la gente.
Veracruz está solo, viene una ayuda de 18 millones de pesos, pero es casi nada para los problemas que arrastran.
La extinción parece inevitable.

EL “JUEGO”
Ni huelga ni paro. Veracruzanos y regios, en un ambiente de incertidumbre, salieron al “Pirata” Fuente.Fernando Hernández, también desconcertado, pitó el inicio de la dispareja batalla. Lo que pasó enseguida fue insólito.
El balón llegó a Sebastián Jurado, el joven portero se quedó quieto hasta que Gignac lo apretó. Veracruz movió el balón, pero enseguida volvieron a quedarse inmóviles.
Algunos jugadores se ataron los cordones de sus zapatos, el árbitro corrió de un lado a otro para calentar, sin embargo, en el campo nada pasaba.
Tigres tomó el esférico que estaba suelto, llegó a Luis Rodríguez y él, sin saber bien qué hacer decidió tirar a la portería. Sebastián Jurado, como en completo shock, dejó pasar el balón.
La red se movió y ante la incredulidad de todos los presentes, el árbitro validó la anotación.
El juego siguió del mismo modo, jarochos estáticos y regios desconcertados. Dueñas en ese instante les gritó a los jarochos para que hicieran algo.
André-Pierre Gignac, en lo suyo, fue el siguiente en patear el esférico a la portería sin importarle lo demás. Jurado repitió su actuación, se limitó a observar el balón y llegó el segundo zarpazo. Gabriel Peñalba se acercó al francés como reclamándole su falta de solidaridad.
Contra la lona y enfadados por la falta de apoyo de los regios. Veracruz decidió “jugar”.
La mente de los escualos estaba en otro lado, en su familia, en el dinero que les deben, en Fidel Kuri, pero no en el juego.
Eduardo Vargas, aprovechándose del incómodo momento, llegó al área y con un tiro cruzado incrementó el escarmiento.
Enseguida, Jesús Dueñas, tras revisar una falta en el VAR, salió expulsado del anecdótico cotejo.
A partir de ese instante el partido reinició. Veracruz quiso rescatar algo, pero todo estaba perdido.
Vino la pausa en el juego, no sin antes reclamos a los jugadores regios por su falta de cobijo a los afectados.

EL COMPLEMENTO
Al regresar al campo vinieron cambios, el “Tuca” metió a Luis Quiñones y Javier Aquino, mientras que López Zarza se decantó por Colin Kazim.
Hubo movimientos, pero el partido siguió en otra órbita. Lo que sucediera en el “Pirata” Fuente daba igual.
El silencio en la grada fue sepulcral. De no ser por los “Libres y Lokos” se hubieran escuchado los gritos en el campo.
El típico carnaval jarocho apareció despertó tibiamente en la agonía del juego. Colin Kazim Richards, sin festejarlo de gran manera, hizo más decorosa la caída.
Ese fue el colofón del juego. Los Tiburones Rojos, al borde de la extinción, están solos.

ACCIONES

GOLES