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19, octubre 2019 - 20:54

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Ame

Por Alejandro Alfaro

Foto: Oswaldo Figueroa

Aguascalientes.- Emocionante y bien jugado resultó el empate en el estadio Victoria. Tanto Necaxa como América se brindaron a fondo para regalar un choque con sabor de Liguilla.
Goles, grandes atajadas, polémica y un estadio a reventar fueron el marco para la igualada a dos.
Ibarra adelantó al Ame; Quiroga lo igualó y Aguilera parecía sentenciar a su escuadra con un autogol. Todo era fiesta en el Victoria hasta que Henry Martín apareció con un vistoso remate de media tijera que hizo estallar las gradas.
Punto de oro para los de Coapa por haber jugado con un hombre menos y frustración necaxista por haber dejado ir un resultado que los llevaría a la cima general.

EL JUEGO
Ni la torrencial lluvia que cayó sobre Aguascalientes impidió que el estadio Victoria se vistiera de gala para uno de los duelos más atractivos de la jornada. Necaxa y América salieron decididos a corresponder a la gran entada en el inmueble con un juego que desde el inicio ofreció emociones en ambos arcos, polémica y alarido.
Las Águilas dieron el primer aviso. Nicolás Benedetti se vio decidido a no soltar la oportunidad recibida y con un disparo de media distancia levantó a la parcialidad azulcrema que hizo presencia en buen número.
Los Rayos no se quedaron atrás. Angulo se tuvo confianza y desde fuera del área conectó un zapatazo con sello de gol. El esférico tomó efecto y Guillermo Ochoa voló para meterle la mano a la bala blanca y redirigirla directo al poste. ¡Se salvó el Ave!
En el toma y daca, los azulcremas tenían más tiempo el esférico en su poder, cosa que no le incomodaba a los locales dado que el estilo de juego de Guillermo Vázquez prioriza el orden defensivo con desdobles verticales.
Así como los de Coapa se quedaron a nada de ver caer su arco, Necaxa también tuvo que tragar veneno cuando Bruno Valdez remató de cabeza en un tiro de esquina. Hugo González se quedó como un espectador más, sin nada que hacer, aunque en ese momento apareció la figura de Felipe Gallegos para alejar el peligro sobre la raya.
Pese a la ausencia de goles, el ritmo de juego mantenía atentos a los espectadores en la grada, nadie cedía un ápice de ventaja, pero fue ahí donde una nueva expulsión dejó en desventaja a los emplumados. El argentino fue a la dividida con Claudio Baeza, pero llegó tarde y golpeó al chileno. El silbante recurrió al VAR, pero fue solamente para reafirmar su decisión. Los Millonetas se quedaban con 10, como en su última presentación.
Para el complemento, y por la inferioridad de hombres, América tuvo que modificar. Ramón Juárez entró para formar una línea de cinco al fondo que fortaleciera el cuadro bajo crema. Benedetti fue el sacrificado.
Rayos, con hambre de recuperar la cima general, fue al frente con mayor decisión y de no ser por una nueva intervención de Ochoa, Salas habría firmado el 1-0.
Angulo habilitó al 10 necaxista y este tocó de primera con parte interna. A una mano y con puro reflejo, Memo volvió vestirse de héroe para los suyos.
Sin ser dominador, América daría el primer golpe de la noche. La presión en campo rojiblanco rindió fruto cuando robaron la pelota en la salida y Renato Ibarra tomó posesión en los linderos del área. En cuanto tuvo espacio, el ecuatoriano disparó una raya que cruzó a Hugo González y se metió pegada al poste. ¡Gol de América!
Con todo lo cuesta arriba que había sido el juego, las Águilas no supieron mantener la ventaja que habían alcanzado. Rápidamente, Necaxa les dio alcance con el sello de la casa: un cabezazo de Mauro Quiroga.
El centro fue medido al corazón del área. El “Comandante” leyó bien la jugada, le ganó el movimiento a su marca y conectó un testarazo muy lejos del alcance de Ochoa. Gran gol del argentino y quedaba tiempo en el reloj.
Para el cierre, Necaxa se sabía superior, asumió los riesgos y encontró su recompensa de forma un tanto fortuita. Maximiliano Salas metió un servicio al área chica y sin nadie de su equipo para empujar, encontró en Emanuel Aguilera a la pierna amiga que le daría el gol de la voltereta. Los Rayos estaban electrocutando ya a las Águilas.
Cuando todo parecía perdido para la visita, Henry Martín se sacó de la manga una jugada que le regresó el oxigeno al americanismo. El “Búfalo” recibió el esférico dentro del área, con el cuerpo cubrió y al verse de espaldas al arco, con poco espacio, recurrió al recurso de la media tijera. La pelota entró despacio, con drama. Así lo igualó el Ame.
El propio Martín todavía tuvo el del gane, mas Hugo González lo impidió con un gran achique.
Al final, un punto para cada quien y un partido digno de dos contendientes que esperan reencontrarse en Liguilla.

ACCIONES

GOLES

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