Veracruz. – Ellas sí. Contrario al equipo varonil, las actuales campeonas del certamen rosa, fueron solidarias con las jugadoras del Puerto tras la triste situación por la que atraviesan luego de que se revelara la crisis que viven las diferentes categorías de los Tiburones Rojos.

Con el recinto casi vacío y los reflectores encima, las dirigidas por Rodolfo Vega saltaron a la cancha agarradas de la mano. El protocolo se llevó a cabo como siempre sin contratiempos, las 22 jugadoras se reunieron para la fotografía oficial y antes de que se escuchara el silbatazo inicial las locales fueron al centro del rectángulo verde para formar una línea horizontal una vez más tomadas de la mano como protesta ante la dolorosa situación del club.

La batalla fue tibia, las felinas no jugaron con la letalidad de siempre pero lograron vencer 2-0 gracias a un autogol de Isela Osorio y la magia de Jaqueline Ovalle.

JUEGO

Guillermo Michel Álvarez Górriz hizo sonar el silbatazo inicial del encuentro y las jugadoras de la UANL aprovecharon para estirar durante un minuto, tiempo que no jugaron como muestra de solidaridad con las de rojo.

Las locales corrieron inmediatamente a colocarse en su posición y la batalla empezó. Valeria Lagunes fue la primera en tocar la pelota, pero el gusto fue poco ya que Nayeli Rangel pudo arrebatársela.

Contrario a otros duelos, Tigres no fue ese equipo letal. Las felinas mostraron garra, pero no cazaron de manera brusca a su presa. Con semblantes serios y dudosas en la manera que iban a llevar el partido tocaron la puerta. Jaqueline Ovalle desbordó por izquierda y al llegar a línea de fondo mandó un centro para Blanca Solís, desafortunadamente fue muy largo y la atacante no llegó.

El equipo escualo intentó reaccionar, fue ahí que ante tanto ataque Citlali Valencia se llevó los aplausos al frenar en tres ocasiones a las universitarias, sin embargo, un error de Isela Osorio le dio el primero a Tigres.

Liliana Mercado cobró un tiro de esquina y en su intento de sacar el esférico, la capitana de Veracruz la metió a su portería de cabeza para abrir el marcador con autogol. El silencio incomodo no faltó y Tigres no celebró.

Para el complemento, las regias saltaron con mayor enjundia, lo que detectó Rodolfo Vega y comenzó a modificar sus piezas. El estratega de Veracruz apostó por Liliana Hernández con el objetivo de poner el de la honra, aunque el cansancio y la falta de ideas le cobró factura a las locales. Roberto Mediana no se quedó atrás para hacer sus cambios y mandó a la contienda a Liliana Hernández.: “Ustedes pueden”, gritaron a las de rojo los pocos asistentes.

Escuchar a su gente inyectó de animo a las del puerto y Magaly Cortés provó con un cañonazo desde la media cancha, que la barrera regia frenó.

Ya en la recta final, las jugadas de profundidad carecieron, las Tiburonas doblegaron y el tiempo se les terminó para celebrar uno.