FOTOS: LUIS GARDUÑO

Si como juega hablara, la plática con Efraín Álvarez sería tan extensa como la galaxia de la que viene, pero no.

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‘Efra‘ da respuestas cortas, su español es poco fluido mezcla de su timidez y el inglés que habla desde niño.

Él, el que juega al lado de Zlatan Ibrahimovic, el que se desenvuelve mejor en el campo que frente a una cámara, es la figura del Tricolor.

México confía en Efraín para levantar otro título Sub-17. Álvarez lo sabe y asume.

“Estoy contento, listo para el Mundial, en lo personal vengo bien, tuve muchos minutos con mi equipo en la liga”, dice Efraín agachado, difícilmente levanta el rostro y mira el teléfono con el que es entrevistado.

A un lado de Zlatan, Jonathan Dos Santos y Uriel Antuna, Efraín se supo hacer un hueco: “Estoy muy orgulloso de jugar en el Galaxy, desde niño sueñas con estar en las mejores Ligas, la MLS está creciendo mucho, que la gente coree mi nombre es increíble, pero eso no significa que me conforme, diario me esfuerzo para mejorar”, relata Álvarez. Él está en Brasilia, mientras su equipo se encuentra en semifinales de la MLS. Carlos Vela es el rival.

Entrenar, jugar y viajar al lado del gigante sueco es algo que parece inalcanzable para muchos, pero él lo vive: “Me siento contento de jugar al lado de Zlatan, pero no sólo es él, está (Cristian) Pavón, Jona, son jugadores de clase mundial, me esfuerzo para algún día estar en sus zapatos, jugar en los equipos en los que ellos estuvieron. Compartir la cancha con Ibra es lo mejor”, cuenta un poco más abierto.

¿Impone Zlatan como aparenta?

“Es muy exigente, pide esfuerzo, pero también es un buen compañero, me cuida”, dijo de nuevo con la cabeza abajo.

Álvarez, a pesar de su corta edad, encajó bien en la constelación angelina, el arropo de los paisanos ayudó mucho: “Antuna y Jonathan son buenas personas conmigo, siempre hablamos, a Jona le pregunté cómo vivió ser seleccionado, se me puso la piel chinita al escucharlo, yo quiero repetir lo que hizo él. Uriel es bueno conmigo, desde que llegó de la Copa Oro siempre me trata de apoyar”, revela.

Guillermo Barros Schelotto, entre toda su baraja de opciones, le dio oportunidades a Efraín: “Todos los minutos que él me dio los traté de aprovechar, sea de titular o de cambio, le agradezco a él esa confianza que me tiene, no es fácil que metas a un joven de 17 o 18 años, el siguiente año quiero tener más participación”, avisa desde ahora.

Con esa inercia que trae, Álvarez sabe su rol, él es el guía del Tricolor, con los pies se expresa mejor: “Me gusta dar pases para gol, tirar de lejos, mandar centros, todo eso lo quiero hacer con la selección. Estoy listo para el Mundial”, advirtió.

No piensa representar a las Barras y las Estrellas

Tan mexicano como los tacos, lo de él es el sombrero charro y el picante. Efraín Álvarez, a pesar de haber nacido en California, le tiene más aprecio al equipo azteca que al estadounidense. Gregg Berhalter lo tienta para que represente más adelante al país de las barras y las estrellas, pero ´Efra´ ya decidió. Él siempre con la verde.

“Yo estoy feliz en México, nunca he pensado en cambiar ni nada de eso, me siento feliz con México y eso es lo que importa”, dijo Álvarez con un español que de repente muta al inglés.

Su niñez en California hace que hable mejor el idioma anglosajón: “Nací y crecí en Estados Unidos, pero mis papás son mexicanos”, dijo.

Seguro de a quien defender, a quien darle su calidad, Álvarez tiene su primer gran reto con el cuadro azteca en Brasil: “Quiero ser titular, ayudar al equipo en el Mundial. Veo a un grupo fuerte, pero nos falta mejorar mucho”, contó en pausas.

Ser candidatos a levantar el trofeo no es una carga, al contrario, Álvarez cambia la presión por emoción: “Para nada es un peso extra, les he dicho a mis compañeros que el Mundial es para disfrutarse, sólo toca una vez en la vida. No es presión que seamos favoritos, lo tomamos como motivación. Quiero que todos vayamos a disfrutar el torneo”, pidió enfático Efraín, con más roce internacional que sus compañeros, les pide no confiarse de ningún rival. Paraguay, Italia e Islas Salomón, todos con su distinto estilo, son capaces de cualquier cosa: “No veo diferencias entre los equipos, en un Mundial están los mejores, desde el primer juego tenemos que salir a ganar, no regalar nada, si eso pasa luego sufres en los siguientes partidos, se complica el pase, tenemos que tomar a todos los rivales en serio”, avisó.

Álvarez es la figura, el que acapara los reflectores, sin embargo, él sabe que para destacar necesita el arropo de sus compañeros. Los tiene y de buena calidad: “Somos un grupo unido, nos llevamos bien, todos somos capaces de hacer el trabajo, el técnico decide quién inicia, pero todos estamos listos. Queremos que inicie el Mundial”, destacó Efraín para después posar con el escudo del Tricolor. México ganó.

Tiene a su equipo en México

Un azulcrema más, la joya que se pule en el Galaxy y con el Tricolor, tiene a su equipo predilecto en México. ´Efra´ es amarillo: “Desde niño le voy al América”, confesó Álvarez.

Su aprecio a las Águilas es tanto que ahora que Giovani dejó Los Ángeles por ir a Coapa, le pidió “su camiseta, le dijo a Gio que me la obsequiara”, reveló.

La escalofriante lesión que tuvo Dos Santos hace casi un mes le dolió a Efraín: “Vi el partido, le mandé mensajes y abrazos, ojalá que se recupere pronto y agarre su nivel otra vez”, dijo.

¿Jugar en el América? ¿Dar el salto a Europa?, Efraín no piensa en nada de eso: “Me gusta ir día a día, no pienso a mediano o largo plazo, trato de estar listo para lo que esté enfrente”, finalizó el volante angelino.