Pareciera que su nombre está destinado a la grandeza. Ricardo Peláez se ha encargado en su carrera como directivo de encabezar los proyectos deportivos de puros pesos pesados del balompié mexicano, incluso, ha llegado hasta a la Selección Mexicana.

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Su persona se ha vuelto objeto de deseo para los más ambiciosos planes de los equipos que desean dejar de manifiesto su grandeza histórica en el balompié nacional y él ha sabido corresponder con trofeos para las vitrinas, con todo y que al final, su salida de los clubes no pudo ser como su trabajo hubiese permitido.

Peláez parece experto en edificar sobre escombros. Para muestra de ello basta con voltear sus gestiones en América y Cruz Azul.

De entrada, cuando tuvo su primera experiencia, encontró un Nido destrozado, en la parte más baja de la clasificación general en el torneo que había terminado y comenzaba a coquetear con los problemas porcentuales.

En ese momento, Ricardo confió en la base de jugadores que había con todo y que todos estaban en calidad de transferibles. Contrató refuerzos puntuales y a Miguel Herrera como pieza medular para lo que quería; el resultado con el paso del tiempo fueron dos títulos de Liga, dos de Concachampions y un repunte notable en todos los rubros. Canteranos comenzaron a irse a Europa, lideró la tabla de cocientes y nunca faltó a una Liguilla, solamente en el torneo que le dieron las gracias a la mitad del mismo, los azulcremas no lograron entrar a la fiesta grande.

La tarea de Peláez en Coapa estaba hecha, aunque su salida no se dio en el mejor de los términos.

CRUZ AZUL LO EXTRAÑA

Con un curriculum enriquecido por lo logrado en América, Cruz Azul no dudó en llamarlo dentro de su desesperación por ganar la Liga.

Ricardo Peláez llegó a La Noria con bríos renovados y la predisposición de la institución por invertir fuerte para conformar una plantilla poderosa, capaz de pelear por el protagonismo total de la Liga MX.

Fue un año el que el directivo estuvo con los Cementeros. En ese tiempo le alcanzó para meter a las vitrinas una Copa MX, una Supercopa MX y dejó armado el plantel que ganaría la Leagues Cup ya cuando él había dejado su cargo.

La anhelada novena estrella se quedó muy cerca. En el Apertura 2018 Cruz Azul llegó a la final, pero cayó justamente con América.

Hoy, los aficionados de La Máquina no han parado de manifestar que lo extrañan en el club. Lastimosamente para su causa, los conflictos de intereses a nivel de los dueños, terminaron por propiciar su partida.

PASO FUGAZ POR EL TRICOLOR

El gran momento que vivía América en el 2013 hizo que su cuerpo técnico y directiva tomaran las riendas de la Selección Mexicana, primero para el repechaje previo a la Copa del Mundo del 2014 en contra de Nueva Zelanda y meses más tarde, en el mundial de Brasil.

Ricardo Peláez tuvo que abandonar Coapa, pero lo hizo con la promesa de volver cuando terminara la justa veraniega y así lo hizo.

En su aventura mundialista, México llegó a los octavos de final en aquella polémica eliminación a manos de Holanda con el célebre “No era penal”.

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Así ha sido la carrera de Ricardo Peláez como directivo. Hoy, está ante un reto muy particular al llegar a un club en donde solamente se admiten jugadores mexicanos. La gestión no será sencilla pues tendrá que intentar contar con los mejores nacionales en el redil, misión que no han conseguido gestiones anteriores, aunque para Peláez, los retos son la especialidad.