Foto: Oswaldo Figueroa

La Liguilla parece estar cerca de Coapa. América se reencontró con el triunfo y se ha enfilado a la fiesta grande.

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Cierto es que su mejor versión está lejos. Puebla les plantó cara y por momentos los hicieron sufrir, aunque las modificaciones en el complemento le aclararon el panorama a los de Coapa. Miguel Herrera mandó al campo a Andrés Ibargüen y Nicolás Castillo para que ambos le respondieran a la confianza con un gol cada uno. 2-0 final y tres puntos de gran valor para su causa.

Guillermo Ochoa colgó su primer cero desde que regresó a México y finalmente pudo disfrutar de haber bajado la cortina.

EL JUEGO

Una nueva oportunidad para que América se reencontrara con el triunfo se presentó anoche en Santa Úrsula. Y es que con solamente una victoria en sus últimas nueve presentaciones, los azulcremas no se podían dar el lujo de volver a fallar ante su gente, misma que anoche no le respondió en las gradas como muestra clara de su descontento.

Pese a que Puebla parecía ser la víctima perfecta, los Camoteros salieron respondones y por lapsos del partido, se vieron mejor que las propias Águilas. Prueba de ello fue que las jugadas más peligrosas para abrir el marcador corrieron por cuenta suya.

Primero, Lucas Cavallini se metió con pelota controlada casi hasta el área chica y tiró un recorte hacia fuera para sacarse a un marcador de encima. Con Ochoa listo para achicar, el delantero jaló del gatillo, pero una barrida de Roger Martínez salvó a los de casa.

Los visitantes tomaron confianza, vieron que los Millonetas eran permisivos en defensa y su propuesta ofensiva pobre, por lo que se animaron a ir al frente y otra vez coquetearon con el gol cuando Angulo desbordó por izquierda y sacó un centro a primer poste que Christian Tabó conectó con la cabeza. El camiseta 10 enfranjado giró el cuello, buscó el segundo poste; por un momento el silencio se apoderó de las gradas del Azteca, los visitantes ya cantaban la anotación, pero el esférico pasó muy cerca del palo.

Pese a la urgencia de volver a sumar de a tres para encaminarse a la Liguilla y no comprometer el boleto, América estaba extraviado en el campo. Roger Martínez y Renato Ibarra no explotaban por sus bandas; Nicolás Benedetti se mostraba impreciso y fuera de ritmo; mientras que Henry Martín estaba demasiado aislado en punta. Todo esto propició que Nicolás Vikonis tuviera in auténtico día de campo en la primera mitad, por lo que sin goles en el marcador, se fueron al descanso.

Con la consigna de no dejar escapar puntos de su casa, las Águilas aceleraron el paso en el complemento. Miguel Herrera desde el palco mandó modificaciones con la intención de que su equipo se viera más agresivo. Ibargüen y Castillo fueron las apuestas; el primero de ellos perdonó de forma increíble un cabezazo frente al arco, sin marca, pero el chileno no defraudaría y la primera pelota que tocó fue a la red.

Roger Martínez se asoció con Henry Martín. El “Búfalo” recibió de espaldas al arco y giró para quedar de frente a la puerta. El delantero no se comió solo el pastel, vio mejor colocado a Nico y le puso un auténtico bombón que el andino no desperdició ¡Gol de América!

Bien dicen que el gol es el táctico por excelencia en el futbol y así fue en este juego. La anotación hizo que Puebla se abriera en busca del empate y fue entonces cuando los espacios aparecieron para los de Coapa. Henry Martín y Roger Martínez estuvieron cerca de ampliar la ventaja para su causa, pero entre la defensa poblana y Vikonis se revolvieron para mantener la diferencia mínima.

Las desatenciones americanistas de las que tanto habló el “Piojo” Herrera se hicieron presentes de nuevo. Una pelota perdida en la salida propició que La Franja encontrara espacio por izquierda para conseguir un centro que Cavallini remató sobre la marcha con amenaza de gol, mas Ochoa salió oportuno para tapar. En el rebote, Tabó prendió con violencia la de gajos, pero la suerte estaba del lado de los locales, ya que el travesaño se interpuso. ¡Cerca Puebla!

Para Chile con cariño

Con la recta final cerca, las Águilas consiguieron dar la puntilla. Otra vez Henry Martín hizo gala de inteligencia de espaldas a la portería. Con un taquito asistió a Ibargüen, quien entró de frente y aunque de inicio había errado en el mano a mano con Vikonis, el rebote le favoreció para tocar sin portero al fondo del arco.

América se llevó a casa un triunfo valioso que los perfila a la Liguilla y los dejó como el único de los cuatro grandes consolidado en esa zona.

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