RECIFE.-El viento sopló y el cielo nublado siguió, pero sin lluvia alguna que afectara el hasta entonces mejor ambiente de nuestros paisanos previo al tercer duelo del Mundial.

Será por el buen paso de México o por el enfado por parte de la FIFA por el rechazo al supuesto grito homofóbico, que a los nuestros parece que “les prendieron la mecha”, pues se desataron por completo, aunque todo bajo la buena vibra.

No faltó aquel que vestido de mujer ahora sí aprobó el grito y decía, “ahora sí los soy y re bien”, mientras que los amigos soltaban la carcajada. Otros prefirieron concentrarse en lo tradicional de nuestras raíces, pues adelitas, mariachis, gurreros aztecas, águilas devorando serpientes y hasta algunos disfrazados de tequila y limón, fueron gran parte del paisaje en la nublada Arena Pernambuco.

Miles de mexicanos llenaron la Arena, la Selección fue más local que nunca, sí con el brasileño hermano que apoyó a nuestros colores, así que minimizaron al apenas respiro de los croatas que poblaron una mínima parte del inmueble.

El vacile estuvo “re’ bueno”, las nuevas porras a favor de Ochoa y Peralta sonaron con más fuerza, la organización para el tan famoso grito que le dio la vuelta al mundo tuvo sus últimos detalles y las veladores se encendieron con un tributo al portero mexicano.

Porras, chelas, tequilas y caiprinhas aderezaron los ánimos del mexicano que hizo trizas al europeo en el color y en las tribunas, pues aquí no compitieron. (LGO/ Foto: Jorge Barrera/ enviados especiales)

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