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Mira

3, enero 2015 - 10:57

┃ María Vega

nota-espectaculos-sevilla

POR ALMA ROSA CAMACHO
FOTOS: OMAR FLORES

NINÓN Sevilla fue muy clara en su última voluntad, así como en su gusto de nunca dejar el cigarro: Cuba en su corazón, México su patria que la vio crecer artísticamente como rumbera, actriz y cantante; cuya tierra la albergó en todo su esplendor de belleza física y vivacidad como ser humano, y en la tarde de ayer, quedó sepultada en el panteón Jardín.
Antes, desde la madrugada del pasado viernes 2, su féretro gris lució la bandera nacional de Cuba, colocada por la ministra consejera cubana María de la Cruz Sánchez Rodríguez, de la Embajada de Cuba en México, y como marco hermosos arreglos y coronas de diversa variedad de flores blancas y amarillas, en mayoría.
Fuera de su hijo Genaro Lozano, realmente fueron pocos los cubanos –Federico Wilkins, Malillany Marín y un grupo de deportistas de Náutica–, que la acompañaron en su velación sin lágrimas, sin tristezas, en la Sala 3 de una agencia de Félix Cuevas, en la que se ofició una misa de cuerpo presente por parte del sacerdote José Jesús Cuevas Pérez, pasadas de las 14:00 horas, en memoria y por el eterno descanso de quien en vida se llamó Neé Emelia Pérez Castellanos, oriunda de La Habana, Cuba.
Al término de la ceremonia litúrgica, se empezó a desmontar el nicho mortuorio en la sala 3, para partir el cortejo fúnebre al Panteón Jardín, donde desde ayer yacen los restos de Ninón Sevilla, quien pereció de un paro cardio-respiratorio y que en vida ganó los premios Ariel y Diosa de Plata.
Genaro Lozano, hijo y heredero de Ninón, atendió a los diversos medios informativos fuera de la agencia, porque así lo indicaron los encargados de la administración del lugar. Expresó todo su agradecimiento por la cobertura informativa hacia la diva del cine mexicano que la forjó desde el año 1946.

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