Con la tecnología de Google Traductor

Mira

2, noviembre 2019 - 1:15

┃ ESTO

canelo

POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

ENVIADO

Las Vegas.- En su niñez, Saúl Canelo Álvarez vendía paletas y aguas en los camiones en Juanacatlán, Jalisco. La familia que su mamá, Ana María Barragán, y su padre, Santos Saúl Álvarez, habían formado -siete varones y una mujer-, necesitaba de la aportación de cada miembro del clan de cualquier forma posible.

El Canelo pensaba desde entonces en ganar dinero “grande” y poco a poco sus perspectivas fueron aumentando, en proporción de su pase de la infancia a la adolescencia. A los 13 años de edad llegó al lado de Chepo Reynoso, su primer maestro después de que había recibido los consejos básicos de su hermano mayor y primer púgil entre los Álvarez Barragán, Rigoberto, y visitaba continuamente la casa de la esposa de su mentor para comentarle que su sueño era ser campeón, para comprarse una casa y un Ferrari.

Eddy Reynoso se había ido a probar fortuna a California e incluso boxeó, pero descubrió que ese negocio no era el suyo y regresó al gimnasio “Julián Magdaleno”, de Guadalajara, al lado de su padre, Chepo. En aquel entonces el Canelo era todavía un niño, pero comenzaba a pelear bajo la égida del veterano coach.

Tanto el Canelo como su joven entrenador nunca imaginaron que, de la mano de uno y otro, el primero llegaría a ser la máxima estrella del boxeo y su coach sería candidato a entrenador del año a nivel mundial, en 2018.

Eso solamente fue posible con base en encarar aquellos retos que parecen demasiado grandes, en el mejor de los casos, o de plano imposibles, para otros.

El caso del Canelo tiene mucho parecido con los de Hugo Sánchez, en el futbol; Horacio Llamas, en el basquetbol; Rafael Septién, en el futbol americano, o Beto Ávila y Fernando Valenzuela, en el beisbol, y el mismo Andy Ruiz, por citar el más celebrado y reciente en el boxeo.

LOS MÁS RICOS

Pipino Cuevas, Salvador Sánchez y Humberto “Chiquita” González habían sido los primeros mexicanos en alcanzar salarios de un millón de dólares o más por una pelea.

Luego aparecería Julio César Chávez, que tan solo en su primer duelo contra Óscar de la Hoya se llevó 9.1 millones de billetes verdes. Se calcula que Julio se embolsó unos 80 millones de la divisa estadounidense en su carrera.

Vendría la generación de Érik “Terrible” Morales, Marco Antonio Barrera y Juan Manuel Márquez, que igualmente alcanzaron la suma millonaria en distintas ocasiones.

El Canelo empezó a instalarse en otro nivel financiero a partir de su defensa de la correa superwelter absoluta del WBC contra Shane Mosley, en mayo de 2012, ocasión en que le dieron 1.3 millones (US); sin embargo, necesitó atreverse a ir en pos de tareas más duras para incrementar sus pagas.

En septiembre de 2013, a despecho de sufrir la primera y única derrota de su trayectoria a manos de Floyd Mayweather, tenía una garantía de cinco millones y terminó con 9.5 millones de dólares al agregarse su porción del pay per view (TV de pague por ver). En tal oportunidad supo que no todo lo que uno se propone lo consigue, pero no cejó y a partir de esa amarga experiencia se convirtió en un mejor boxeador.

MÁXIMOS LOGROS

Antes de su primer sueldo como profesional, que fue de 800 pesos, el camino fue arduo y Saúl debió bregar pacientemente en los cuadriláteros amateurs. Pronto era el mejor de Jalisco, lo que le llevó a competir en dos Olimpiadas Nacionales, en las que logró plata y oro. A los 15 años ya hacía su debut profesional y todo era cuestión de decidirse a pensar en grande para emprender el sinuoso trayecto hacia la cumbre.

Su primer combate de paga fue el 29 de octubre de 2005 en la Arena Chololo Larios de Tonalá, Jalisco, donde noqueó técnicamente en el cuarto y último asalto a Abraham González. En ese tiempo era peso superligero (140 libras).

LOS CAMPEONATOS

Álvarez peleó en distintos escenarios de la República Mexicana, tanto en lugares pequeños como en algunos de mayor rango, todo encaminado a adquirir el indispensable fogueo mientras su cuerpo terminaba su crecimiento natural y pulía sus destrezas en el ring.

Así, se hizo de los cetros Fedecentro y latino de peso welter, y en agosto de 2009 ya tenía el título mundial juvenil del WBC de esa división.

En diciembre de 2009 obtuvo la faja welter de la NABF, pero su cuerpo ya le exigía subir a otro peso y en julio de 2010 conquistó el superwelter Silver contra Luciano Leonel Cuello. Cerró ese calendario con victorias sobre Carlos Baldomir y Lovemore Ndou, y quedó listo para, a partir del 5 de marzo de 2011, fecha en que conquistó el primero de sus tres cetros del planeta, el de las 154 libras del WBC, ir disparando sus ganancias que comenzaron en cientos de miles de dólares (entre 2005 y 2014, ya se había embolsado 30 millones del billete verde) hasta colocarse en el Monte Everest de la riqueza boxística.

Se estima que cuando concluya su contrato con DAZN, de 365 millones de dólares por 11 combates en cinco años, y el cual firmó en octubre de 2018, habrá acumulado ingresos por 450 millones de “washingtons”.

“TRITURADOR” KOVALEV

Esta vez, el Canelo se enfrenta al lance mayúsculo de su vida, que pudiera mirarse como una osadía extrema, debido a que Saúl es un peso medio de baja estatura (1.73 mts) que intentará doblegar a Sergey “Krusher” Kovalev (1.83 mts). Éste subirá desde los 175 libras del peso límite que debe dar este viernes, hasta 190 ó 195 de esas unidades, en la noche del combate sabatino.

Por su parte, el jalisciense ha dicho que pretende pesar un máximo de 180 libras a la hora de la pelea, lo que dimensiona la magnitud de su reto.

Una entrevistadora estadounidense le preguntó si no es estar loco proponerse derrocar al que muchos consideran el más poderoso golpeador entre los semicompletos. El pelirrojo pugilista respondió: “Sí, pero, amo los retos, porque al final eso me va a colocar en la historia del boxeo”.

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí