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Mira

3, noviembre 2019 - 16:38

┃ José Luis Camarillo

Canelo Alvarez v Sergey Kovalev

Las Vegas.- El explosivo derechazo que terminó de enviar a Sergey Kovalev al piso en el undécimo round, de modo que ni contándole 100 hubiese podido erguirse, atronó hasta el país de los zares, como un terremoto con epicentro en la Arena Grand Garden. La caída del grandote europeo del trono semicompleto de la WBO fue como causada por un rayo y no por otro hombre de menor estatura y peso.

El “Canelo” necesitaba un nocaut de esa magnitud para ser reconocido como el gran boxeador que es y para sacar del marasmo a sus fieles fans que casi llenaron el escenario o a los millones que siguieron las acciones por TV, ya que hasta entonces el duelo transcurría entre escasas emociones por tratarse de un encuentro muy táctico.

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Ahora los aplausos más fuertes provienen de críticos prestigiosos de la prensa estadounidense o de gente prominente del país del dólar involucrada en el boxeo que es ajena a su promotora, Golden Boy Promotions, o a él.

Así, además de adjudicarse un título que parecería estar vedado para un mexicano que obtuvo su primer cetro en superwelter, el alumno de Chepo y Eddy Reynoso justificó el fantástico acuerdo de 365 millones por 11 peleas con DAZN.

“Estoy agradecido con todos ustedes, con toda la gente que me ha apoyado y obviamente estamos contentos con el resultado. Somos cuatro veces campeones mundiales en diferentes divisiones, que era el objetivo”, expresó el jalisciense después del combate que disputó en la Arena del MGM Grand que lució abarrotada.

“Sabíamos que iba a ser una pelea dura, una pelea complicada, se nos fue obviamente más de lo que pensamos, pero gracias a Dios salió todo bien; tuvimos paciencia, la paciencia que se necesitaba para ganar esta pelea”, agregó visiblemente emocionado.

Admitió que en algún momento del pleito llegó a sentir la pegada del ruso.

“Sí se sentí su pegada, es un peleador más grande que yo, se sentía la pegada, pero lo pude asimilar bien”.

En el minuto de descanso después del décimo capítulo, confesó que su esquina encabezada por Eddy Reynoso lo mandó a presionar para finiquitar la reyerta antes del límite y evitar llegar a las tarjetas de los jueces.

“Sabíamos que teníamos que tener paciencia, se nos fue un poquito más de lo que creíamos y Eddie me mandó en el once a cerrar y así fue como le hicimos”, remató.

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