POR RUBÉN BERISTÁIN

FOTOS: ALEJANDRO VILLA

¡Buenas nuevas en Cruz Azul! En un momento donde necesitan de plantel completo para encarar los dos compromisos más importantes del semestre, hasta ahora, La Máquina recibió excelentes noticias.

RECIBE LAS NOTICIAS DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ
Después de varias semanas donde tuvieron ausencias notables en el plantel, finalmente el estratega Robert Dante Siboldi podrá contar con equipo completo para encarar de gran manera los duelos ante el líder Santos y un San Luis que buscará dar la sorpresa en la última fecha. Si bien es cierto que el panorama luce complicado y el boleto a la fiesta grande depende de diversas combinaciones, los cementeros quieren cumplir con su parte y por ello están obligados a dos victorias consecutivas, si es que quieren seguir con el sueño de Liguilla.
Tanto Elías Hernández como Igor Lichnovsky por fin entrenaron al parejo del equipo. Ambos jugadores superaron de forma efectiva sus molestias y ayer realizaron la práctica con toda normalidad bajo las órdenes del técnico charrúa, quien estuvo al pendiente de todos sus movimientos.
El único jugador que entrenó por aparte fue Yoshimar Yotún. El futbolista peruano realizó ejercicios por separado del grupo, pero con una gran intensidad. Lo que inevitablemente prevé su regreso en los próximos días y estar listo para el duelo ante los Guerreros.
Así fue como el descanso terminó y la presión volvió por los rumbos de La Noria. Tras la inactividad que tuvieron en la jornada 17, los jugadores recibieron tres días de un respiro necesario para ahora ya enfocarse en lo importante. Tendrán semana completa, antes de su viaje a la Comarca Lagunera, donde se jugarán el todo por el todo. No habrá más opciones para ellos.
Fue una tarde distinta. Los jugadores fueron citados para un entrenamiento vespertino con un clima inmejorable, nublado e idóneo para practicar el futbol a máxima intensidad. Y así fue.
Siboldi, fiel a su costumbre, empezó la semana a todo pulmón y exigió una gran concentración en todos sus pupilos. Primero los reunió al centro del campo y otorgó una plática de aproximadamente 10 minutos. Los jugadores lo miraron atentos en todo momento.
Los gritos del timonel uruguayo no se hicieron esperar. “Máximo cinco toques y no más”, ordenó.
La cancha dos fue dividida en cuatro partes y en un par de grupos con diferentes casacas. El plan hecho por Robert fue una serie de pases de primera intención y cambio de cancha sin que el rival interfiriera en el movimiento del esférico. Los naranjas estaban conformados por Pablo Aguilar, Roberto Alvarado, Bryan Angulo, Javier Salas, Julio César Domínguez, Adrián Aldrete, entre otros. Mientras que los blancos tuvieron a Martín Cauteruccio, Édgar Méndez, Rafael Baca, Juan Escobar, Igor Lichnovsky, Misael Domínguez y José Madueña.

Erik ten Hag niega ir al Bayern Múnich
El español mostró gran intensidad y cada balón errado por sus compañeros se lamentaba con un gesto de enojo. “Madre mía”, expresaba.
Pero las risas tampoco faltaron. El ambiente es idóneo y con la firme convicción de lograr algo inédito e inesperado. El margen de error expiró para Cruz Azul. La esperanza es lo último que muere y bajo ese dicho mantendrán la ilusión de un puesto en la fiesta grande.