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12, noviembre 2019 - 2:14

┃ Brian Sales

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POR BRIAN SALES

FOTOS: ARCHIVO ESTO

El calvario de los cementeros no encuentra el fin. Consumaron un nuevo semestre sin Liguilla y cumplirán 22 años sin título al quedar eliminados en este Apertura 2019, tras la derrota en Torreón a manos de Santos.

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Son 44 torneos en los que los cementeros fueron incapaces de hacerse con el título de la Liga MX. Los consuelos son muy pocos. La Copa MX de 2013 y 2018, así como el de la Liga de Campeones de la Concacaf en 2013/2014 y la SuperCopa MX, pero ninguno de esos títulos logra cubrir la ausencia de coronarse en la Primera División.

Cuando parecía que se acercaba el camino, el mal de siempre volvió. Como aquel niño que se enferma un día antes de la fiesta, los líos extracancha aparecieron de nuevo. Víctor Garcés empañó y echó por la borda todo lo trabajado por Ricardo Peláez, quien era director deportivo. Al mando del ahora directivo de las Chivas, es cuando más cerca se quedó Cruz Azul de la gloria. El hermetismo que llevó Garcés hizo que nombraran a Robert Dante Siboldi como nuevo estratega del equipo, pero no logró levantar a un grupo evidentemente golpeado.

“El golpe a medio torneo con las destituciones, no lo pudieron asimilar los chicos. Se quedaron otra vez en la orilla. Antes, la problemática era la final; también tengo culpa, pero ahora se está peor, porque ya ni clasifican. Da tristeza por la directiva, pero ellos tienen su visión y su forma de ver el futbol. Ojalá armen un buen plantel para que compitan y agraden”, menciona Melvin Brown, ex jugador que vivió las dificultades a las que se puede enfrentar al tratar de hacer campeón a Cruz Azul.

El ex cementero también recordó con nostalgia que él tuvo la oportunidad de disputar finales bajo la playera celeste, pero no las supo aprovechar. Alzó la voz para que la directiva actual haga bien las cosas y logre compenetrar a un plantel competitivo con ganas de trascender lo que, a muchos, actualmente, no se les nota.

“Es difícil opinar estando fuera. A uno como aficionando se le hace falta decir lo que falta y lo que sobra. En el trabajo de la semana es donde faltan cosas. La única recomendación es que armen un gran plantel, con hambre de triunfo, y que sepan que tienen ante ellos la posibilidad de ganar la gloria. Van a estar en el corazón de todos los aficionados y eso no cualquiera lo puede hacer. Yo sentiría envidia. Ya pasó mi tiempo y no la pude concretar”, dijo.

Guillermo Álvarez, quien es la cabeza de la institución, puso orden, pero ya fue muy tarde. Con la goleada que sufrieron en Torreón le pusieron fin a otro torneo de decepciones. Dentro del semestre celeste, hay algunas claves significativas que los orillaron al fracaso.

UNA CONSTANTE

Contra Toluca, Puebla, Tijuana, Chivas, Pumas, Monterrey y Tigres, dejaron ir la ventaja en los últimos cinco minutos de cada encuentro. Si la concentración les hubiera durado algunos instantes más, hoy tendrían los mismos puntos que Morelia y estarían dentro de la Liguilla.

MAL VISITANTE

Lo bien que lo hicieron en el estadio Azteca, recinto en el que sólo cedieron una derrota, no lo igualaron fuera del coloso de Santa Úrsula. Sólo consiguieron una victoria en calidad de visitante, sumado a cuatro empates y cuatro derrotas. Sumaron siete unidades de los 27 puntos posibles fuera de casa.

UN HOSPITAL

Las lesiones atacaron de nuevo a Cruz Azul. Durante varias jornadas perdieron a elementos titulares como Igor Lichnovski, Milton Caraglio, Elías Hernández y Yoshimar Yotún, entre otros que también padecieron dolencias, pero no fueron de gravedad.

REFUERZOS FANTASMA

Ninguno de los tres refuerzos estelares logró sumar más de 1000 minutos en Liga MX. Juan Escobar fue el que se quedó más cerca, con 992 minutos disputados, apenas el 64.84% de todos los posibles. Muy atrás, “Pol” Fernández, con 403 y Bryan Angulo, con 193. La nula actividad de los refuerzos dejó prácticamente al mismo plantel del torneo pasado para encarar el actual.

El 2019 de fracaso en Liga MX terminará. Iniciará un nuevo año y la afición tendrá nuevas esperanzas, ilusiones renovadas y esperará que esta vez, por fin, sea el bueno.