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Mira

12, noviembre 2019 - 21:03

┃ Héctor Reyes

CESAR

FOTO: FACEBOOK FACCÉSAR RAMÍREZ

No ha sido fácil para el velocista César Ramírez regresar a su mejor forma física; luego de tres años volvió a tener las mismas cargas de entrenamiento que hacía antes que le detectaran cáncer de testículo y se viera obligado a renunciar a su participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016, para someterse a los tratamientos propios de la enfermedad.

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Ya va para cuatro años de eso, me revisan cada seis meses; los exámenes que me he hecho este año he salido muy bien y cada vez que salgo bien agradezco a Dios y me enfoco a los entrenamientos”, expresó el atleta que recuperó el nivel deportivo al registrar 10.26 segundos en los 100 metros y 20.66, en los 200 metros, esta temporada.

“He ido progresado muy bien después de mi enfermedad y espero que el próximo año, el 2020 nos vaya mucho mejor tanto en 100 como en 200 metros planos”, apuntó César, quien se encuentra a un paso de graduarse el mes próximo por la Universidad Autónoma de Sinaloa.

“Ya tengo dos niñas de tres años, entonces todavía hay que echarle más ganas. Me he mantenido con las becas, me han apoyado muy bien en el estado, en la Universidad y la CONADE, después de lo que pasé me han seguido llegando, no me la han quitado, ellos saben de mi problema, soy un prospecto y vamos para adelante”, señaló el atleta que se quedó con la espinita clavada de la cita olímpica en el 2016.

Esta temporada participó en tres competencias, dos nacionales y la más importante durante los Juegos Mundiales Universitarios en Nápoles, Italia.

“En la semifinal me clasifiqué directo por estar en los dos primeros lugares, pero salió un video en donde pisaba la línea, entonces es una descalificación por las reglas de la IAAF y estuvimos en el relevo 4×100, intentando romper el récord mexicano”.

Para clasificarse a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tiene dos opciones, una por la marca mínima de 20.20 segundos, en los 200 metros planos; y la otra, por puntos, en el que se ubica en el lugar 175. El reto es colocarse entre los primeros 50 de la clasificación de la IAAF. Hace cuatro años observó desde el hospital las pruebas atléticas, en la despedida del jamaiquino Usain Bolt.

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César Ramírez no ha quitado el dedo del renglón, se encuentra en la etapa de la preparación general, quiere ser olímpico y para ello se han reunido varios factores, entre ellos el apoyo de su familia, de sus hijas gemelas, de las instituciones para que a partir de febrero persiga el sueño de lograr su pasaporte olímpico.

El subdirector de la CONADE, Israel Benítez, previo a la salida a Nápoles prometió apoyos, entre ellos para el relevo como una opción extra para ver si pueden clasificarse a los Juegos Olímpicos, “y le estamos dando, estamos muy agradecidos, la verdad”.

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