FOTOS: ARCHIVO ESTO/ JORGE BARRERA

Refugiado en San Pedro Sacatepéquez, el treceavo municipio más importante de Guatemala por competitividad local, César Villaluz, en medio de la satisfacción por acceder a la fase final de la Liga chapina con los Gallos de San Pedro, atiende a ESTO mediante una llamada de whats app: “Espera, deja salgo de la casa, la señal es mejor afuera”, dice el jugador mexicano tras un primer intento fallido de comunicación.

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El trinar de los pájaros se escucha en el ambiente, Sacatepéquez está rodeado de montañas: “Listo”, exclama César.

El apellido Villaluz vuelve a escucharse tras el pase a semifinales del Tricolor Sub-17. Holanda, como en Perú 2005, es el último obstáculo que tiene México para alcanzar la final.

César hace 14 años, en Chiclayo, guío el inesperado triunfo azteca sobre la “Naranja Mecánica”.

Villaluz, con la señal necesaria para contar la anécdota, se transporta a esa tarde en el estadio Elías Aguirre: “Éramos la primera Selección que llegaba a esa etapa, todavía no nos conocían, veíamos a Holanda como una potencia, jugábamos contra su historia, sabíamos que ganarle iba a ser complicado”, contó.

La poderosa Orange fue exprimida rápido, él inició a escribir la historia: “El primer gol es una jugada por el lado derecho de nosotros, el defensa iba saliendo, nosotros apretamos, les robé el balón, llegué al área, hice el disparo y anoté”, relata detalladamente.

Su memoria está fresca, las imágenes aparecen instantáneamente: “El segundo gol es una jugada por el lado izquierdo, Gio me pasa el balón, el portero sale, le pegó al balón y pasa por debajo de sus pies”, explica.

En ese instante el marcador era 3-0, un autogol de Érik Pieters abultó el resultado.

Ever Guzmán, sin tentarse el corazón, terminó por pisar a los tulipanes. 4-0 inesperado.14 años después, Villaluz cree que “Holanda se preocupa más de México que México de Holanda, se han hecho buenos trabajos en selecciones menores, estamos a punto de otro resultado importante”, expresó.

Sobre qué fue lo que pasó para que ese Tricolor rompiera la historia, César lo tiene claro: “Éramos un buen grupo de jugadores, buenos compañeros, Chucho Ramírez era la cabeza de todo, cuando hay unión en un equipo se refleja en el campo, eso fue lo que pasó, todos nos alentábamos dentro y fuera de la cancha, todos queríamos lograr el campeonato”, dijo.

Estar entre las cuatro mejores selecciones del mundo es un logro, pero se puede dar un paso más: “La verdad que, para ellos, para el país, para sus familiares, estar en semifinales es bueno, sin embargo, están a un paso de poder hacer historia también, creo que existe un buen equipo, están motivados, que jueguen contra Holanda sin duda me trae gratos recuerdos”, suspiró.

QUE LO GOCEN

La plática sigue, la comunicación no se corta. César, si tuviera la oportunidad de estar enfrente de Efraín Álvarez, Eugenio Pizzuto, Bruce El-mesmari, entre otros, sabe qué decirles: “Que aprovechen la oportunidad, están a dos partidos de hacer historia, estos partidos se viven una sola vez en la vida, están a un paso de una final, no se pueden guardar nada, es enfocarse en el partido y dar todo, que lo disfruten sobre todo, ese Mundial sólo suceda una vez en la vida”, expresó.

EVER GUZMÁN 

Las historias de Instagram de Ever Guzmán aparecieron una tras otra al confirmarse el pase de México a semifinales en el Mundial Sub-17, más, con Holanda como rival. El atacante mexicano subió imágenes del juego contra los tulipanes de hace 14 años. Él, junto a César Villaluz, se encargaron de desarmar a la Naranja Mecánica. En Brasil, la historia se repite.

Recién desempacado del frío San Antonio, lugar en el que reside desde 2017. Ever atendió la llamada de ESTO: “Apenas llegué a México, estoy en Moroleón, Guanajuato, quise pasar tiempo con la familia”, dijo.

Ever está en la escena nacional de nuevo, el destino cruzó de nuevo a aztecas y neerlandeses. Él lo experimentó en Chiclayo en 2005: “Los recuerdos regresan, nosotros dejamos un legado, mostramos que con mentalidad y consistencia las cosas pueden salir”, dijo Guzmán antes de transportarse en el tiempo.

Rápido, como si viajara en el DeLorean de Marty McFly, Ever llegó al 29-09-2005: “Recuerdo bastante bien ese día, sabía que iba a tener escasas oportunidades de jugar, tenía que hacerme notar de alguna manera, siempre traté de aportarle al equipo”, contó Guzmán.

El delantero, con su piel erizándose, llegó al momento exacto de su anotación: “Nos salió todo bien en el partido, en la jugada del gol Villaluz me habilita, tomo el balón, lo conduzco cerca del portero y de parte interna lo colocó al poste más lejano”, narra.

Ever da un suspiro en ese instante: “Es un gol que está muy grabado en mi mente”.

Guzmán, con su mente estancada en ese mes irrepetible, destaca el grupo que se formó: “Era un equipo lleno de talento, había buenos jugadores y amigos, un grupo bastante unido, todos estábamos sumando, todos queríamos aportar lo nuestro para que salieran las cosas, hubo partidos donde (Carlos) Vela marcó grandes goles, Villaluz, Gío (Dos Santos), creo que todos recordamos con alegría estas fechas”, exclamó.

Es 2019 “ya pasaron bastantes años y nos siguen recordando”.

DAR TODO

De vuelta al presente, Guzmán le pide a la nueva generación a dejar “todo en el campo, estás a un paso de la final, ya no importa cómo juegues, lo que quieres es aparecer en la final, jugando bien o jugando mal, nosotros fuimos contundentes, todo México disfrutó ese triunfo”, relató.

La anécdota, buena o mala “no se va a volver a repetir, el partido lo tienen que disfrutar, puede ser un juego que les marque sus vidas, están a un paso de la final, tienen que ir por todo, el apoyo de todo México es incondicional, ojalá nos den esa satisfacción, a nosotros, a ellos mismos y a sus familiares, los queremos ver en la final”, dijo.

Que el rival sea un histórico como Holanda no importa: “Se le puede ganar a cualquiera, sacar el partido, en el futbol moderno no hay diferencias. Le aplaudo a la selección mexicana lo que ha hecho, deben estar concentrados y sacar la victoria”, pidió Ever. /Javier Juárez