CRÓNICA

Foto: Twitter @miseleccionmx

POR JAVIER JUÁREZ

Ciudad de Panamá.- El Tricolor tiene su ticket para las semifinales de la cómoda Liga de Naciones. México navega fácil. En Panamá, a través de su canal, el equipo azteca avanzó a la siguiente fase de la naciente competencia.

Raúl Jiménez, enseñó el nivel que tiene fascinados a los seguidores de los Wolves. El delantero mexicano definió cruzado en el área para abrir el marcador y él mismo, con un penalti cobrado a la derecha, cerró la cuenta. Antes, Edson Álvarez, con un toque sutil, también con cooperación de Raúl, marcó uno más, 0-3 contundente.

México llegó a 9 puntos en el Grupo B de la Liga A. Está en semifinales y de paso aseguró su boleto a la Copa Oro 2021.

EL JUEGO

El gigante del Tata Martino no tiene clemencia, mientras no se encuentren al “9” del Inter de Milán, como lo dijo Gerardo. En el Rommel Fernández no estaba Lautaro Martínez ni nadie similar a él. México se encontró en Panamá a Gabriel Torres y Yoel Bárcenas. Atacantes sin el currículum del delantero argentino.

El que sí es artillero de elite es Raúl Jiménez, el lobo inglés. Demasiado pronto en el juego, tomó un balón que le cedió el Piojo Alvarado en el área, levantó la vista, vio el lugar en el que iba a meterlo, de forma fácil para él. Definió raso a un costado de José Calderón.

El tanto del jugador del Wolverhampton hizo pensar que iba a ser un juego cómodo para los que antes se vestían de verde, sin embargo, no fue de esa forma.

Los canaleros, con sus armas de un calibre menor, le complicaron la transición del balón a México.

Un cabezazo desviado de Jiménez y un tiro de lejos, también de él, fue la forma en la que el Tricolor buscó ampliar el marcador. Las llegadas al área panameña vinieron a menos, Rodolfo Pizarro pidió constantemente el esférico, pero no tuvo las vías libres para transitar. Roberto Alvarado estuvo más escondido.

Atrás se mantuvo el orden, Héctor Moreno y César Montes despejaron los balones que tuvieron cerca. Alberto Quintero y Bárcenas, intentaron desequilibrar a la muralla negra, pero no tuvieron éxito. Los aztecas fueron sólidos.

Guillermo Ochoa tuvo una noche tranquila. Nada que ver con las que ha experimentado con el América en los últimos meses. Antes de llegar a la tregua, Jiménez, un poco desesperado por tener poco contacto con el balón, fue amonestado por una fuerte falta al rival.

En ese instante vino la pausa.

Al regresar al histórico Rommel Fernández, el juego siguió tenso. Luis Rodríguez, en una recuperación del balón por el lado derecho, lo llevó al área, centró, Jiménez contactó el balón, sin embargo, la zaga lo bloqueó.

El Tolo Gallego, con pasado en el futbol mexicano, movió sus piezas, Cecilio Waterman y Abdiel Arroyo entraron al campo. Martino contraatacó con el ingreso de Uriel Antuna, Alvarado, de reservada participación, dejó el campo.

El Tata dio el clavo, México se fortaleció en el ataque. Edson Álvarez, luego de un misil disfrazo de centro de Raúl Jiménez, golpeó el balón e incrementó la cuota.

Gallego, desesperado le dio ingreso a Armando Cooper. Martino contestó ese movimiento con la entrada de Orbelín Pineda. Gerardo volvió a atinarle. El Tricolor aceleró, Antuna fue derribado en el área, Ricardo Montero señaló el penalti. Raúl, con porte, pidió el esférico y fiel a su estilo, casi infalible, acrecentó el dolor canalero. Con el trabajo hecho, Raúl dejó la cancha por el hombre de moda: JJ Macías.

Fue todo en Panamá, el Tricolor, con comodidad, ganó y afianzó su mote de gigante, al menos en Concacaf.

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