Foto: AFP

El ala defensivo Myles Garrett se erigió en la imagen más violenta, agresiva y antideportiva que en mucho tiempo se vio dentro de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) tras agredir a un rival con el casco que le había quitado de manera brutal de la cabeza durante el partido adelantado de la Semana 11, que su equipo ganó por 21-7 a los Steelers de Pittsburgh.

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Garrett le arrancó el casco al mariscal de campo de los Pittsburgh, Mason Rudolph, y lo golpeó con éste en la cabeza, durante los últimos segundos del partido adelantado de la Semana 11 de la NFL que se jugó el jueves por la noche.

La intensa pelea, en la que se enfrascaron otros jugadores, empañó el encuentro entre estos rivales de la División Norte de la Conferencia Americana (AFC).

Es probable que Garrett enfrente una suspensión por sus actos. Podrían surgir también sanciones contra Maurkice Puncey, centro de los Steelers, quien pateó a Garrett en la cabeza, cuando el jugador de Cleveland se encontraba tendido en el césped tras haber agredido a Rudolph y se agarrado por varios jugadores del equipo de Pittsburgh.

Jugadores de ambos equipos intercambiaron tirones, golpes y empujones durante la contienda, que comenzó después de que Garrett derribó a Rudolph, quien había lanzado el balón en una jugada irrelevante cuando el encuentro estaba ya decidido.

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Fueron expulsados Garrett, Pouncey y Larry Ogunjobi, tackle defensivo de los Browns, quien también de forma violenta golpeó a Rudolph para lanzarlo contra el césped.