Fotos: Archivo

La mentalidad del mexicano tiene un antes y un después muy claro: la Copa del Mundo Sub-17 de 2005. En ella, la juventud nacional se dio cuenta de que son capaces de lograr grandes proezas, siempre y cuando uno se lo proponga. Al respecto, Jorge Hernández, campeón de aquella generación confesó a ESTO sentir mucho orgullo por ser parte del equipo que logró cambiar el pensamiento de todos los que crecieron viendo aquella gloria.

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“Siento mucho orgullo, lo puedo decir, emoción y alegría, porque sí siento que somos parte de ello, tan así que seis años después se logró el campeonato ya con una historia que formamos nosotros y donde cambiamos el chip de los futbolistas, yo recuerdo que a mi Chucho me lo llegó a preguntar antes, que si podíamos ser campeones del mundo y lo juzgamos de loco porque no le creíamos”, aseguró en charla con el Diario de los Deportistas. “Ahora tú le preguntas a un niño y te dicen que sí porque han visto nuestra generación, luego una segunda generación y ahora otra que está a nada de ser campeones del mundo, sí me siento orgulloso y feliz de haber aportado un poquito a cambiar la mentalidad del futbolista mexicano”.

Hernández relató que, a nivel infantil, la Canarinha no pesa tanto. “Creo que igual que todos los demás equipos, no tiene historia o tiene la misma historia que México tiene ahora, quizá hasta menor, pero nosotros tenemos dos campeonatos, tenemos historia, pero eso no pesa, hay que ver al rival, a quien sea que te toque a la misma altura que tú, porque lo que pase en la cancha es lo que te va a sacar a flote”, expuso